Es un saqueo y pillaje de baja estofa. Una delincuencia barriobajera del pelagatos que se aprovecha de los desórdenes públicos sabiendo que no está en mitad del caos de una guerrilla. La prueba es que, de no ser así, la rubia estaría más preocupada de poner a salvo su culazo que de cargar con la cajita.