#25 es afrontar el día a día desde otra perspectiva.
Unas pinceladas.
Cuando llegué a Madrid recuerdo como al llegar a la misma empresa donde yo trabajaba, pero en Madrid, en una reunión me preguntaron como se hacía en Barcelona, pues tanto allí como en Madrid eran unos 1.000 trabajadores pero Barcelona era líder en productividad a nivel nacional desde hacía no se sabe cuantos años.
No me dejaron acabar y con la singularidad de que dieron un golpe en la mesa y de que "eso en Madrid nunca".
Siempre he estado implicado en ONG,s o en asociaciones tanto allí como en Madrid.
Siempre como responsable o Presidente.
Y hay diferencias en la firma de entender y hacer. Los compromisos de la gente a las mismas, voluntarios, son de menos implicación.
He dado cursos tanto en Catalunya como en Madrid a mucha gente. Hasta la organización de los mismos difieren en cuanto a la preocupación de no el Qué, sino de el cómo se iban a dar. En Madrid hay más laxitud, es como... "ya se espabilarán y que nos den las gracias".
Y mil cosas más.
Cuando yo era responsable en una ONG en Catalunya, tomábamos muchas decisiones democráticamente. Y cuando salía un SÍ, el 90% se implicaba aunque hubiera votado en contra.
En Madrid me encontraba que solo se implicaba los que votaron que SÍ. Y el resto se inhibian o incluso lo "saboteaban". Al final dimití como Presidente de una Asociación pues solo me dedicaba a anular los "saboteadores".
Eso son solo unas pinceladas. Hay mil detalles más.
En general, el sentir de un catalán, es involucrarse. Es más serio en muchos aspectos. Con eso no quiero decir que en Madrid no lo haya, peto el concepto de colaboración es más personal.
#42 Bueno, gracias por tu visión personal, explicada más a fondo podría dar para un interesante articulo en MNM. Lo que tú has sentido lo he sentido en muchos lugares. De hecho cuando pasé varios años viviendo en los EEUU, me encontré con que era mucho más afín culturalmente y en la forma de resolver problemas con cualquier europeo (incluso con suecos) que con los propios estadounidenses. Pero eso no me ha llevado a reclamar mi sentimiento nacional o despojarme de ese dicho sentimiento. Tengo sentimientos hacia donde nací y hacia donde he residido, pero llevarlo al extremo de posesión excluyente (eso es el nacionalismo extremo) es tóxico.
#45 eso me ocurre a mi en otros viajes... y no de trabajo.
Por ejemplo en Nepal.me sentía más afín con los catalanes que con otros ciudadanos españoles.
Incluso en Tanzania, pasé apuros y vergüenza ajena por la actitud de ciudadanos que se sienten españoles.
Eso está muy marcado del lugar de donde has nacido. Muchos catalanes tienen una identidad que no se parece a otros ciudadanos de España. Esa identidad la vives desde que naces y se elabora desde tu entorno social y familiar.
Evidentemente, si hubiera nacido en Toledo, por ejemplo, me podría sentir y ser Español. Pero nací en Catalunya y mi forma de ser y sentir es catalana.
#47 Ese sentimiento también está en Portugal. Son gente más seria, calmada y educada. Se cagan en los muertos de los españoles que están en bares y restaurantes gritando a viva voz; lo mismo en el transporte público, cuanto dan vozarrones en castellano, no falla. Y por cierto, consideran a los británicos como aliados históricos frente a los españoles/castellanos. Igual es la influencia atlántica, o francesa/occitana en el caso catalán.
Pero que ambos extremos de Iberia tienen un modo de ser "poco español" sacado de los voceras de teleserie de Telecinco es un hecho.
Hay excepciones, por supuesto, conozco gente de Soria/Burgos y León que no son así en absoluto, pero muchas veces se sienten ellos mismos marcianos en su propia tierra por no encajar con el comportamiento y gustos comunes.
#65 conozco basrante bien a los portugueses. Y la verdad es que me identifico con ellos. Me atrevería a decir que a pesar de estar cada uno en el extremo de la península hay como ciertos puntos en común con Catalunya.
Hasta ahora siempre que he hablado con ellos (incluso tengo "familia" indirecta) no les resulta ofensivo hablar del separatismo como una opción posible. Cómo mínimo te escuchan. No lo dan como un aspecto prohibido desde nada más empezar a hablar.
Es un país que me encanta. Y sus gentes también. Habrá de todo, claro.
Unas pinceladas.
Cuando llegué a Madrid recuerdo como al llegar a la misma empresa donde yo trabajaba, pero en Madrid, en una reunión me preguntaron como se hacía en Barcelona, pues tanto allí como en Madrid eran unos 1.000 trabajadores pero Barcelona era líder en productividad a nivel nacional desde hacía no se sabe cuantos años.
No me dejaron acabar y con la singularidad de que dieron un golpe en la mesa y de que "eso en Madrid nunca".
Siempre he estado implicado en ONG,s o en asociaciones tanto allí como en Madrid.
Siempre como responsable o Presidente.
Y hay diferencias en la firma de entender y hacer. Los compromisos de la gente a las mismas, voluntarios, son de menos implicación.
He dado cursos tanto en Catalunya como en Madrid a mucha gente. Hasta la organización de los mismos difieren en cuanto a la preocupación de no el Qué, sino de el cómo se iban a dar. En Madrid hay más laxitud, es como... "ya se espabilarán y que nos den las gracias".
Y mil cosas más.
Cuando yo era responsable en una ONG en Catalunya, tomábamos muchas decisiones democráticamente. Y cuando salía un SÍ, el 90% se implicaba aunque hubiera votado en contra.
En Madrid me encontraba que solo se implicaba los que votaron que SÍ. Y el resto se inhibian o incluso lo "saboteaban". Al final dimití como Presidente de una Asociación pues solo me dedicaba a anular los "saboteadores".
Eso son solo unas pinceladas. Hay mil detalles más.
En general, el sentir de un catalán, es involucrarse. Es más serio en muchos aspectos. Con eso no quiero decir que en Madrid no lo haya, peto el concepto de colaboración es más personal.
Por ejemplo en Nepal.me sentía más afín con los catalanes que con otros ciudadanos españoles.
Incluso en Tanzania, pasé apuros y vergüenza ajena por la actitud de ciudadanos que se sienten españoles.
Eso está muy marcado del lugar de donde has nacido. Muchos catalanes tienen una identidad que no se parece a otros ciudadanos de España. Esa identidad la vives desde que naces y se elabora desde tu entorno social y familiar.
Evidentemente, si hubiera nacido en Toledo, por ejemplo, me podría sentir y ser Español. Pero nací en Catalunya y mi forma de ser y sentir es catalana.
Pero que ambos extremos de Iberia tienen un modo de ser "poco español" sacado de los voceras de teleserie de Telecinco es un hecho.
Hay excepciones, por supuesto, conozco gente de Soria/Burgos y León que no son así en absoluto, pero muchas veces se sienten ellos mismos marcianos en su propia tierra por no encajar con el comportamiento y gustos comunes.
Hasta ahora siempre que he hablado con ellos (incluso tengo "familia" indirecta) no les resulta ofensivo hablar del separatismo como una opción posible. Cómo mínimo te escuchan. No lo dan como un aspecto prohibido desde nada más empezar a hablar.
Es un país que me encanta. Y sus gentes también. Habrá de todo, claro.