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Un hotel, Abascal, el alcalde de Madrid y la cabra de la legión

"El otro día tuve que entrar a un lujoso hotel por temas profesionales. Debía ver a mi cliente en la habitación 307, pero como soy bastante despistado me equivoqué y entré en la 703, que tenía la puerta entreabierta. Allí contemplé la escena más escabrosa que jamás pude imaginar. Abascal estaba usando al alcalde de Madrid (concretamente su cabeza) como consolador gigante para satisfacer a la cabra de la legión. Y lo peor es que, desafiando las leyes de la física, la cosa parecía funcionar".

Si yo afirmase en serio lo que acabo de escribir entrecomillado, sería indudablemente demandado por los protagonistas (y tal vez por alguna asociación defensora de la dignidad de las cabras). Y sería justamente condenado. Porque la libertad de expresión tiene como límites el insulto desnudo y la imputación de hechos falsos de forma consciente para denigrar a la víctima de tales imputaciones, sobre todo si quien te injuria te está imputando la comisión no ya de hechos socialmente reprobables, sino directamente de delitos.

Digo lo anterior pensando en quienes se rasgan las vestiduras porque twitter haya tomado medidas contra la cuenta de Vox a raíz de que en ésta se acusase al Gobierno de "fomentar la pederastia" en los colegios públicos. Es una afirmación falsa, realizada maliciosamente y con pleno conocimiento de su falsedad, e implica la imputación de un delito a los miembros del Gobierno. Es, jurídicamente hablando, un delito de calumnias. Por eso, e independientemente de que se tomen medidas para llevar a los tribunales a sus autores, es justo que se les impida seguirlo haciendo.

Y un apunte más: el otro día en una entrevista reprocharon a Abascal la campaña de propaganda por el PIN parental en la que afirmaban que serviría para evitar las atrocidades que en muchos colegios se realizaban, y que consistían en clases de masturbación y uso de juguetes sexuales www.elespanol.com/reportajes/20200121/parental-propagados-vox-violacio Cuando el periodista le dijo que eso era rotundamente falso y que todos los vídeos e imágenes que habían difundido no correspondían a colegios españoles, Abascal dijo con todo el morro que efectivamente no correspondían a colegios españoles, pero eran cosas que podrían llegar a pasar en nuestros colegios si no se implantaba el PIN parental.

Imaginaos que yo quiero criticar la actividad profesional de un médico y hago un vídeo donde aparece un quirófano del Tercer Mundo con un paciente operado sin anestesia junto al letrero "Consulta del Dr. X ¿De verdad vas a jugártela?". Y cuando el médico me demanda por vulnerar su derecho al honor, respondo "vale, el vídeo no responde a su quirófano, pero con lo mal médico que es su quirófano estará así dentro de unos años". Mi condena será segura.

Y es que la libertad de expresión no ampara ni el insulto gratuito ni la mentira consciente y deliberada para dañar la imagen del prójimo imputándole hechos socialmente denostados o incluso delictivos. Quienes los usan son miserables manipuladores que no respetan lo más mínimo la inteligencia del público al que se dirigen. Pero también son delincuentes, y la Justicia debe actuar.