La vergüenza de la informática en la administración pública

Estaba tomando café tan tranquilo cuando recibo un SMS: "Generado DAIRA de su mascota:****, puede descargarlo en: raia.es/DAIRA?d=****".

Me digo, mira que buen servicio, seguro que es el carnet de mi mascota, pincho el enlace y el navegador del móvil me da una advertencia de seguridad y no me deja entrar, tampoco es que tenga mucho interés en entrar en una web que me acaban de mandar por SMS, aunque raia.es se ve que es un dominio legítimo de la Junta de Andalucía, así que me guardo la URL para entrar desde una máquina virtual que tengo para curarme en salud.

Pues nada, abro mi MV, mi Firefox, y me salta otra vez el mensaje recomendándome que no entre en el sitio, le digo que haga una excepción y me descarga en mi disco un fichero llamado "index.php", ¿que cojones será esto? me pregunto.

Ni corto ni perezoso le paso un visor de ficheros y veo que el contenido comienza por "%PDF-1.3 3", como tengo tantos estudios y soy tan perspicaz me digo a mi mismo: "Esto va a ser un PDF", así que, haciendo gala de mis habilidades informáticas, renombro el fichero como "mascota.pdf" et voilà, ya puedo ver el carnet de mi bichito.

Pues nada más, ya tengo el carnet pero también la sensación de que el dinero mejor gastado de mis impuestos es el que se dejan en putas y coca porque, desde luego, el que se gastan en servicios informáticos lo podrían quemar directamente.