Gitanos: no es la raza, es la cultura

Hoy voy a empezar por contaros algo que me ha ocurrido en el trabajo durante la semana, para contextualizar lo que voy a escribir después. Resulta que me han acusado de "racista", al parecer. Por escrito, en sobre cerrado, al director de un Centro Penitenciario, los internos de un módulo.

Parece ser que yo he vetado a ciertas personas de etnia gitana para que accedan a puestos de trabajo remunerados en dicha prisión, a pesar de que yo no tomo ninguna decisión al respecto, y mi opinión sobre si una persona está capacitada para trabajar únicamente es relevante cuando los responsables a cargo de la bolsa de trabajo recurren a mis informes archivados en Tratamiento, informes que en ningún caso se centran en las capacidades laborales de los reos.

Hacía tiempo que no jugaban la carta del racismo conta mi, pero nunca lo habían hecho por escrito, y menos al director de un Centro. Obviamente, el director se ha reunido conmigo, extrañado pero afable, para preguntarme qué ha podido causar que estos internos enviasen tal carta. En ella, me acusan de "hacer que no les cojan para trabajar por los informes tan malos que les hago". La carta parecía escrita por un niño de 5 años, así que era difícil entender todo su contenido.

Los internos que me han "denunciado" pertenecen a un módulo de respeto de baja exigencia. Ocurre con ellos lo siguiente:

  • A pesar de que la realización de actividades ocupacionales es obligatoria, éstos no realizan ninguna. Es decir, estan apuntados, pero o bien se quedan en el patio, o bien van al aseo a fumar, o se dedican a charlas a voces en el taller.
  • A pesar de que la limpieza de sus celdas es decente, evitan la limpieza de las zonas comunes, o las realizan de forma rápida, pobre e ineficiente.
  • Carecen de educación y civismo. No respetan los turnos ni de teléfono ni de economato, se burlan de los "payos", no respetan las normas básicas de convivencia, no respetan la privacidad del resto de internos, y entienden como "falta de respeto" cualquier interacción con otros internos que no haya sido de su agrado.
  • A pesar de disponer de dinero, intentan aprovecharse del resto de internos, pidiéndoles productos del economato como invitación, llegando a la intimidación. Siempre con los internos más débiles, por supuesto.

Como es lógico, hay otros gitanos trabajando en el Centro Penitenciario. Salvo casos aislados, la valoración de la labor de estos internos es deficiente. Su ritmo de trabajo es muy bajo, necesitan de supervisión constante para que realicen su cometido, y tienen a pedir bajas médicas de forma constante.

Para más inri, los gitanos que sí son productivos son calificados por los otros gitanos como "lameculos" y "apayaos".

Es cierto que en una prisión no se va a encontrar a lo mejor de la sociedad, pero llevo más de treinta años trabajando y conviviendo con gitanos y la base de los problemas antes mencionados se suele encontrar entre el colectivo gitano de forma mayoritaria, tanto dentro como fuera de la cárcel.

Hay que hablar claro: el problema con los gitanos no es un problema de racismo, es un problema socio-cultural. De "rejas para adentro", esto lo intentamos dejar claro: tú dices que a los payos les dan más permisos de salida que ti. Para empezar, hay muchos más payos que gitanos. Y segundo, no te dan los permisos porque sabemos que andas trapicheando. Dices que te dedicabas a la venta de droga para alimentar a la familia, pero no tienes interés ninguno en aprender un oficio en un curso, en mejorar tu nivel educativo en la escuela, o en desarrollar o descubrir alguna habilidad en un taller, y creemos que tanto si sales de permiso como si se te progresa de grado, vas a volver al mundo de la droga.

O, caso dos, dices que somos unos racistas, que creemos que si sales vas a maltratar a tu mujer. Estás por violencia de género. Tú dices que has entendido que a las mujeres hay que dejarlas libres, pero en una entrevista anterior, te pregunté por qué tu hija no iba al instituto y me dijiste que porque tiene ya la edad para casarse (14 años). Y tengo aquí un informe de un funcionario que dice que te has negado a fregar la galería porque, según alegaste a tu coordinador de limpieza, "eso es cosa de mujeres".

Los profesionales del ramo sabemos perfectamente cuáles son los problemas endémicos que, a su vez, son causa de las conductas delictivas comunes entre la gente de etnia gitana, pero estamos muy acotados académicamente debido a la presunción de tratarse de un tema tabú por las connotaciones históricas y dentro de este contexto social, que podían malinterpretarse como racistas por ciertos colectivos tanto académicos como no académicos. Pero los profesionales experimentados desarrollamos un metodo de acción basado en conceptos que ni siquiera podemos referir, y que sin embargo funciona.

El problema principal de la cultura gitana es su absoluta ausencia de la cultura del esfuerzo. Un problema que salta de generación en generación alentados por unos padres que apenas conocieron la disciplina y que, por lo tanto, no pueden aplicar, por desinterés o desconocimiento, a sus hijos. Todo lo que no puedan realizar de forma sencilla y que a la vez no provoque algún tipo de bienestar es desechable. Esto conduce a adultos narcisistas con extrema facilidad para la frustración, lo que a su vez provoca en ellos un sentimiento de baja autoestima.

En las relaciones personales entre gitanos, existe un código interno, aprehendido socialmente, por el cual este sentimiento de carencia de aptitudes es aceptado como común, general, y se trata de no provocar situaciones, aunque sean verbales, donde se ponga en evidencia tal carencia.

Esto es relativamente parecido a los entornos de trabajo "tóxicos" donde una mayoría de empleados no tienen las aptitudes y/o el interés en realizar su labor de forma eficiente, y arrastran al resto de empleados competentes a una especie de conformidad donde la productividad se mantiene sobre un mínimo y no se espera que destaque nadie.

La diferencia cultural entre payos y gitanos hace que en los entornos sociales donde estos tienen que interactuar, los gitanos sean vistos como unos "vagos incultos" y, los payos, unos "chulos presuntuosos". Y esta generalización es la que provoca actitudes racistas de doble vía.

El segundo problema es que, al compás del anterior, los gitanos no suelen tener perspectivas de vida a largo plazo más allá de las delimitadas por sus ritos de paso. La inmediatez y la materialización rápida de sus esfuerzos predomina en su cultura. Esto, por una parte, alimenta las tasas de abandono escolar entre los jóvenes de etnia gitana y, por otra, les empuja hacia actividades ilícitas para la obtención de dinero rápido.

Obviamente, las estructuras socio-económicas de los payos suponen una amenaza para su modo de vida, donde todavía se mantienen ciertas directrices como una previsión en el tiempo futuro para poder estar adaptado al sistema, aunque éste, al fin y al cabo, acabe colapsando, o te expulse si las circunstancias cambian.

El tercer gran problema, derivado de los dos anteriores, es que esta falta de adaptación al sistema provoca en los gitanos un sentimiento continuo de supervivencia. Y dado que nuestro sistema es inverosímil dentro de sus concepciones, prácticamente cualquier vía para conseguir esa supervivencia está justificada. Además, puesto que el sistema impide que ellos puedan conservar su estilo de vida, es ético explotar los beneficios de ese sistema como compensación.

Todo esto mencionado, ¿lo provoca algún gen específico? ¿el color de la piel? ¿la pasión por el flamenco? No, lo provoca una cultura ancestral con unos valores muy diferentes a los de los "payos". Si ahora mismo tuviéramos a un grupo de chavales en su veintena, que se han dedicado en su adolescencia a "mozear" y emborracharse, que no han tenido ningún tipo de disciplina, que son maleducados, que apenas saben hacer la O con un canuto, y vinieran a pedir trabajo y se les dijera que no, ¿estamos siendo racistas con ellos?.

¿Y por qué digo que sus valores son "diferentes" y no peores a los nuestros? Bueno, realmente, ¿nuestro sistema es el correcto? Desempleo juvenil rampante a pesar de estar formados, precariedad laboral, salarios bajos, endeudamiento infinito, grandes tasas de divorcio, baja natalidad, atentado contínuo a la naturaleza... Pero esto tampoco es culpa de los "payos", sino de todos los que hemos colaborado y ayudamos a mantener este sistema.

Y precisamente por ello, sabemos bien qué es lo que funciona y qué es lo que no funciona en nuestro sistema, qué debemos y qué no fomentar como parte de nuestra cultura. Y si queremos que los gitanos se integren y se sientan más integrados, debemos hacer hincapié en esas cosas que sí funcionan, como son la justicia social, la igualdad de género, la realización personal, la pertenencia a un colectivo más amplio como forma de reclamar lo que es de justicia. Y todo esto no se hace mediante la raza, sino mediante la cultura.

Por eso voy a seguir criticando el sistema patriarcal de los gitanos, sus leyes propias, su poco aprecio por la educación y su falta de respeto por una comunidad más amplia que la suya. Y dejar claro que, si no consigue un puesto de trabajo, no es porque yo, u otro, u otro, sea un racista, sino porque, como persona, no lo vale. Porque, si fuera por racismo, directamente tacharían sus nombres de la bolsa de empleo -no pone que sean gitanos, pero por sus apellidos se sabe-, en vez de recurrir a informes particulares sobre cada uno de ellos.

PD: antes de que alguien me pregunte por qué hay gitanos empleados si son incompetentes, sí, hay cuotas "ocultas", verbales, para aparentar que hay diversidad.

PD2: y no, no estoy violando ningún secreto profesional. No escribo ningún dato concreto. Secreto académico y secreto profesional son dos cosas diferentes.