El relato de los afectados revela un modus operandi sistemático. "En marzo de 2017 reservamos un piso sobre plano y nos hicieron aportar el 10 por ciento, 18.500 euros. Al no recibir noticias y ver que las obras no empezaban, fueron a la inmobiliaria y descubrimos que allí ya no había oficina, solo una chica capeando el temporal. El encargado había desaparecido y no contestaba al teléfono", cuenta una afectada.