En Harrenhall, la sirvienta que más tarde conoceríamos con el nombre de Culebra, ayuda y traba amistad con un noble, de buena familia y de su misma edad aproximadamente, que se pavonea delante de ella de estar prometido a una princesa de muy alta cuna, una de las primeras de los siete reinos. A la no-tan-princesa la había prometido su madre a sus espaldas, a cambio de unas ventajas tácticas en cierta batalla y una lealtad difusa.
Él joven noble no conoce a la princesa que sería su esposa. Ambos se llevarían la mayor sorpresa si supieran que estaban prometidos entre sí.
Unos días le cuenta…