La protesta de los profesores en contra de la falta de seguridad durante las pruebas PCR al profesorado hace ganar fuerza al argumento de que podríamos estar ante una situación escolar grave.
Los métodos de prevención que implantó el gobierno durante el inicio de la pandemia demostraron ser insuficientes con un total de 29.152 muertos. Más que evidente que las medidas fueron deficientes, pero debemos recordar que en tiempos de guerra sanitaria ninguna medida primeriza está garantizada a causa de la falta de experiencia en el contexto.
Ponemos el foco de atención en el rebrote, una segunda oleada cuyo resultado depende, una vez más, de las medidas de gobierno.
Un fracaso en la segunda oleada podría provocar la incertidumbre y el descontrol en las escuelas, que se convertirían en un tremendo foco de contagios sin control.
La desconfianza en el sistema público sería perjudicial para la situación ya deteriorada a la que nos enfrentamos en España y podría suponer un punto de inflexión de seguridad pública.
Los estudios demuestran que el estrés y la paranoia levantadas por la pandemia podría ser incluso más perjudicial que el própio virus. La confianza en la seguridad del sistema educativo podría jugar en nuestra contra todavía más.
Las instituciones privadas en España están haciendo un buen trabajo en cuanto a la prevención y detección del coronavirus, hasta ahora recurriendo al teletrabajo como una de las medidas favoritas.
La pregunta es, si las instituciones públicas de educación estarán a la altura para prevenir la expansión del virus, o si deteriorarán más la situación.
Por último, unas recomendaciones preventivas.
- Evita dejar a personas de riesgo (como ancianos) a cargo de niños si la pandemia se extiende por las escuelas.
- Proporciona mascarilla y utensilios para la desinfeción a los niños así enseñarle medidas de prevención básica a fin de evitar el contagio.
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