Sobre narradores falibles, simbolismo y pistas ocultas: en recuerdo de Gene Wolfe

Es mi naturaleza, mi alegría y mi maldición, no olvidar nada. Cualquier chirrido de cadenas, cualquier susurro del viento, cualquier visión, olor o sabor, permanecen inalterados en mi mente, y aunque sé que no es así para todos, no me imagino qué puede significar ser de otra manera.

Gene Wolfe. La sombra del torturador (1980)

Primero, dos recuerdos:

Esto sucedió hace mucho tiempo y, aunque mi memoria no es ciertamente eidética, si que creo poder recordar la primera vez que leí algo acerca de Gene Wolfe. Fue a mediados de los años 80 del siglo pasado en el pueblo de las Rías Baixas en el cual nací, de topónimo idéntico a algún que otro asturiano. Hojeaba, siendo adolescente, un ejemplar de periódico de tirada nacional en el cual, dentro un artículo a doble página de la sección cultural del fin de semana se mencionaban los nombres de los nuevos escritores de ciencia-ficción y fantasía que empezaban a destacar en esos años en el género. El primero y más ensalzado por el artículo era Gene Wolfe, en aquel entonces un prometedor “jovencito” que empezaba a ser conocido, de unos cincuenta y tantos años y del que se decía que su recién publicada tetralogía de El Libro del Sol Nuevo implicaba una ruptura formal con todo lo establecido anteriormente por los grandes maestros más conocidos. Al poco, mi hermano y yo conseguimos hacernos con un ejemplar de Soldado de la niebla y, un poco más tarde, con La sombra del torturador. Desde entonces, y habiendo ya leído una gran parte de su obra, mi admiración hacia su figura no ha hecho más que aumentar.

El segundo recuerdo es muy posterior, año 2019; entrando desde el móvil en meneame.net ( como hago prácticamente todos los días), me encuentro con la noticia de su muerte (www.meneame.net/story/fallece-gene-wolfe-escritor-ciencia-ficcion-fant), subida por el usuario #pert0. Sabía que estaba mal, que ya era muy mayor y estaba un poco pachucho, pero creedme si os digo que me dolió como sólo la desaparición de las figuras públicas que te han marcado en tu crecimiento personal te pueden llegar a afectar, aunque no los conozcas más que por sus trabajos publicados. En ese momento pensé que, aún siendo como soy un usuario no muy activo en Menéame, debería escribir un homenaje a Gene Wolfe, de alguna forma a mi alcance agradeciendo todo lo que me aportó ( y todavía aporta) y compartiéndolo con los demás usuarios que les pudiera interesar, aunque fuera redactando un artículo de forma más bien personal y muy poco académica.

I.- Acerca de Gene Wolfe

Es posible que yo ya tuviera entonces cierto presentimiento de mi futuro. El portal cerrado y herrumbrado que se levantaba ante nosotros con hilos de niebla ribereña enhebrando las puntas de hierro como senderos de montaña, ha quedado ahora en mi memoria como el símbolo de mi exilio. Ésa es la razón por la que he empezado a escribir esta crónica describiendo el portal, y cómo luego tuvimos que echarnos al agua, y como yo, Severian, aprendiz de torturador, estuve a punto de morir ahogado.

Gene Wolfe. La sombra del torturador (1980)

Si alguna vez os habéis interesado sobre la figura de Gene Wolfe ( 1931-2019), multipremiado escritor norteamericano de ciencia-ficción, fantasía y terror que gozó de cierta fama hace casi cuarenta años pero que hoy resulta prácticamente desconocido, lo que posiblemente habéis llegado a saber es que era un escritor de escritores ( esto es, que no siendo un autor con una gran aceptación del público en general sí goza de enorme prestigio entre sus pares), que su comunidad de fans es de las más longevas y prestigiosas dentro de Internet ( por ejemplo Urth.net foro de discusión wolfeano desde 1996) y posiblemente sabréis además que su prosa es muy densa y críptica, profundamente simbólica y comparable a cualquiera de los más grandes dentro o fuera del género. Conocida es la frase de Ursula K. Le Guin “ Wolfe es nuestro Melville” y también se ha llegado a comparar la importancia para la ciencia ficción de su obra más conocida El libro del Sol Nuevo con el Ulises de James Joyce ( 1).

Lo cierto es que fue considerado el mejor escritor vivo en lengua inglesa alrededor de la década de los 90 del siglo XX. Esto, que parece muy fácil y es rápido de comentar, es extremadamente difícil de conseguir; básicamente por el hecho de que los críticos de la literatura digamos más “seria” consideran a la ciencia-ficción de forma muy engreída poco menos que un género para niños y jóvenes, y de calidad literaria ínfima o muy sospechosa, con lo cual consiguen que sea de hecho una especie de “gueto”. Por poner en contexto este desliz habitual, algunos periódicos de prestigio reconocido incluso situaron el éxito de La carretera de Cormac McCarthy ( novela ganadora del Pulitzer) fuera de las listas de la ciencia-ficción, cuando es más que evidente para cualquier lector que pertenece de lleno al género ( no fuese a ser que un autor serio como McCarthy se “contaminase” situando su nombre junto con el lumpen de la cf).

Sin embargo, con Wolfe los adjetivos empleados se elevan a otro nivel; un autor de la altura de Michael Swanwick comentó : “Gene Wolfe es el mejor escritor en lengua inglesa que existe en la actualidad. Permítanme repetirlo: ¡Gene Wolfe es el mejor escritor vivo en el idioma inglés hoy en día! Lo digo en serio. Shakespeare era un mejor estilista, Melville era más importante para las letras estadounidenses y Charles Dickens tenía una mano hábil en la creación de personajes. Pero entre los escritores vivos, no hay nadie que pueda siquiera acercarse a Gene Wolfe en busca de una prosa brillante, claridad de pensamiento y profundidad de significado "(2). Neil Gaiman, por su parte, considera a El libro del Sol Nuevo la mejor obra dentro de la ciencia-ficción de los últimos cincuenta años ( 3).

Por otro lado, sus críticos suelen referirse a circunstancias personales del tipo de que si era un escritor de fuertes convicciones católicas que impregnan sus trabajos ( para ser sinceros,no sólo sus obras, casi todo en el mundo occidental está impregnado... mi propio nombre por ejemplo tiene integrada la santidad de serie), y profundamente conservador en sus ideales. También hubo de soportar críticas acusándole directamente de machismo por lo secundario de los personajes femeninos presentes en sus escritos, siendo tachado a veces de cierta misoginia. También se suele traer a colación lo indescifrable de muchos relatos o lo muy plomiza que puede llegar a resultar su lectura. Incluso se le ha tachado de tahúr de múltiples brazos que esconde sus cartas, por parte de algún conocido crítico literario. Lo que nadie suele discutir es la calidad de sus obras. A mí, que me considero situado casi en las antípodas políticas de Wolfe, sus ideas y sus creencias no me han hecho dejar de disfrutar en lo más mínimo con cada escrito suyo.

II.- El problema del narrador falible

Mi nombre es Latro. No debo olvidarlo. El médico dijo que todo se me olvidaba muy deprisa a causa de una herida que sufrí durante el combate. Le dio un nombre a mi enfermedad como si ésta fuera un hombre pero no recuerdo cual fue. Dijo que debo aprender a escribir todo lo bien que pueda y de tal modo seré capaz de leer mis escritos cuando haya olvidado algo. Ésa es la razón de que me entregara el pergamino y el punzón hecho con el pesado metal que se usa para fabricar los proyectiles de las hondas.

Gene Wolfe. Soldado de la niebla (1986)

Tal vez la característica más destacada en la narrativa de Gene Wolfe es que la práctica totalidad de sus obras están escritas desde el punto de vista de un narrador en primera persona, un narrador que no es de ningún modo “fiable”, con la consiguiente dificultad añadida para el lector de distinguir lo que es cierto o no, y quizás lo más importante; lo que ese narrador no nos menciona por que no le interesa o quizás porque no le conviene, o cuando describe las cosas más importantes como de pasada y sin embargo se detiene muy puntilloso en otras sin la menor importancia aparente. Eso sin mencionar otros pequeños problemas que sufren como cuando el narrador parece que está muerto (Allan Dean Weer en Paz), o que se olvida de todo lo sucedido el día anterior al despertarse, porque recibió en la batalla de Platea un fuerte golpe en la cabeza y sufre alucinaciones ( Latro en Soldado de la niebla), o aparentemente son varias personas compartiendo el mismo cuerpo ( Severian en El libro del Sol Nuevo), o puede ser literalmente una marioneta ( el enigmático narrador de Toy theater) , o es asesinado y lo sustituido en medio de la narración ( sucede por ejemplo en V.R.T. y también en Siete noches americanas), o cambia sin previo aviso en medio de la historia ( Cuerno/Seda en The Book of the Short Sun), o es un adolescente que no entiende bien el mundo que le rodea y lo que está sucediendo en él ( Sir Able en El caballero mago), o son narradores que directamente nos mienten, tienen algún problema con la memoria o ocultan algo ( prácticamente todos). En los escasos casos en los cuales no es un narrador en primera persona, tampoco es que resulte muy fiable porque describe acontecimientos que no ha presenciado él personalmente, al estilo de los evangelistas ( como Cuerno en El Libro del Sol Largo).

Este narrador poco fiable, está de esta manera, determinado la dirección de lo que leemos de manera completa, llegando en muchos casos a alterar totalmente la información que los lectores recibimos. Es por lo tanto que Wolfe cree que es responsabilidad nuestra, esto es, de sus lectores, el intentar leer siempre entre líneas y tratar de desentrañar lo escrito de forma que podamos finalmente separar lo que en realidad está sucediendo de lo que se nos está narrando en el texto.

III.- En busca de las pistas ocultas

Sin embargo, a veces, sobre todo durante las horas somnolientas de alrededor del mediodía, había poco que observar. Entonces me volvía otra vez hacia el blasón y me preguntaba qué tendrían que ver conmigo un barco, una rosa y una fuente, y miraba fijamente el bronce funerario que yo había encontrado, limpio y guardado en un rincón. El muerto yacía cuan largo era, y tenía cerrados los ojos, de pesados párpados. A la luz que atravesaba el ventanuco le miré la cara y pensé en la mía, que se reflejaba en el metal pulido. Mi nariz recta, mis ojos profundamente encajados en las órbitas, y mis mejillas hundidas se parecían mucho a los de él, y deseaba saber si también sus cabellos habían sido oscuros como los míos.

Gene Wolfe. La sombra del torturador (1980)

Otra característica destacada de los textos de Gene Wolfe es la presencia de pequeñas pistas diseminadas a lo largo y ancho de sus obras, siendo éste un recurso definido perfectamente por un escritor muy admirado por Gene Wolfe, el argentino Jorge Luís Borges: "Bioy Casares había cenado conmigo esa noche y nos demoró una vasta polémica sobre la ejecución de una novela en primera persona, cuyo narrador omitiera o desfigurara los hechos e incurriera en diversas contradicciones, que permitieran a unos pocos lectores - a muy pocos lectores- la adivinación de una realidad atroz o banal." Son estas pistas, las que una vez identificadas e hilvanadas todas juntas ( aunque esto requiere de la atención constante del lector), cobran vida y producen su resultado en forma de revelación decisiva para entender el texto.

Conocida es la anécdota de que cinco años después de publicar La quinta cabeza de Cerbero, en una convención de ciencia ficción se le acercó el también escritor Kim Stanley Robinson y le preguntó si podía confirmarle que el nombre del anónimo protagonista del relato era Gene Wolfe al igual que él, a lo cual Wolfe le respondió muy serio que era el primero en darse cuenta de ese detalle. Lo cierto es hay varias indicaciones diseminadas casualmente en el texto, que unidas entre sí llevan a la obtención de ese dato, aunque no es una tarea fácil:

- Primera pista: del protagonista, llamado solamente Número Cinco en el texto, se nos indica que no es más un clon de su padre, una suerte de gemelo genético idéntico y se nos menciona que ambos comparten el mismo nombre ( esto no es de ninguna forma infrecuente en España en la actualidad, yo podría decir que el mío propio es el mismo que el de mi padre y mi abuelo paterno, de esta manera me podríais llamar Número Tres)

-Segunda pista: Cuando el protagonista, Número Cinco, busca un libro escrito por su clon/hermano/padre en una zona concreta de la biblioteca pública, se menciona que el libro está situado entre los de otros autores, y se indican varios de los títulos que Número Cinco lee en sus lomos. Si se investiga un poco sobre los autores de los libros mencionados, todos tienen una característica común entre ellos, el primer apellido comienza con una W. ( por poner un ejemplo, si yo buscase una obra así sería entre El mundo sumergido y Las estrellas, mi destino)

-Tercera pista: el protagonista comenta que su nombre está compuesto por dos palabras ( ya, y el mío por tres, pero sólo uso las dos primeras) .

-Cuarta pista: en ese planeta ( llamado Sainte Croix, y cuyos habitantes son de ascendencia francófona) se nos hace saber que los nacimientos de gemelos son muy comunes y siempre comparten el mismo nombre aunque respetando el género de cada individuo particular. En un momento dado Número Cinco conoce a su tía ( gemela de su padre), de la cual se nos informa puntualmente que se llama Jeanine.

-Quinta pista: se menciona que la casa donde viven en tiene en su entrada una escultura de un perro o lobo de tres cabezas ( Cerbero). Se comenta que esa casa donde viven parece que toma su nombre de la estatua, esto es: Maison du Chien; también se dice que quizás se llama así en relación con el apellido de los moradores de la casa.

Por lo tanto, si uno es un lector muy, muy atento podría llegar a inferir que el protagonista se llama Jean Loup, o – en inglés- Gene Wolf(e). También se puede llegar a esa conclusión consultando en alguna página de Internet, que parece una tarea mucho más asequible para los lectores ordinarios. Por si queréis conocer lo mucho que apreciaba a Gene Wolfe un escritor de la talla de Kim Stanley Robinson debéis de leer esto ( 4).

Existen bastantes libros publicados de estudiosos sobre la obra de Gene Wolfe, de los cuales los más conocidos son los de Marc Aramini, Robert Borski o Michael Andre-Driussi, gente que han dedicado su tiempo a descifrar estos misterios mediante explicaciones accesibles para todos los aficionados; aunque permanecen todavía una buena parte de ellos que no han sido desentrañados.

IV.- Un humor muy particular

Lo que en la playa me sacudió —y me sacudió de verdad, tanto que trastabillé como bajo un golpe fue que, si el Principio Eterno habitaba la espina curva que yo había llevado en el cuello a lo largo de tantas leguas, y ahora habitaba la nueva espina (tal vez la misma) que acababa de poner en el saquito, podía habitar cualquier cosa, todas las espinas de todos los arbustos, todas las gotas de agua del mar. La espina era una Garra sagrada porque todas las espinas eran Garras sagradas; la arena de mis botas era arena sagrada porque venía de una playa de arena sagrada. Los cenobitas atesoraban las reliquias de los sanyasenos porque los sanyasenos se habían acercado al Pancreador.

Pero todo se había acercado al Pancreador, y hasta lo había tocado, porque todo había caído de él. Todas las cosas eran reliquias. El mundo entero era una reliquia. Me quité las botas, que habían viajado conmigo hasta allí, y las tiré a las olas para no andar calzado en tierra sagrada.

Gene Wolfe. La ciudadela del Autarca (1983)

¿ Y qué podemos decir de su peculiarísimo sentido del humor? Que el protagonista de La quinta cabeza de Cerbero sea un clon de su padre y se llame Gene -gen en inglés-; que Severian el protagonista de La sombra del torturador encuentre un escondite en un mausoleo con una tumba abandonada y que resulte ser la suya propia ( y a la que le encanta ir a descansar), o que su compañera de viaje y amante a lo largo de muchas páginas Dorcas resulte ser su abuela; que tenga publicados a lo largo de varias décadas cuatro relatos premiados y totalmente distintos pero que poseen unos títulos tan parecidos como La Isla del doctor Muerte y otras historias, La muerte del doctor Isla, La muerte del doctor de la isla,o El doctor de Isla Muerte; o que el más poderoso objeto mágico de El libro del Sol Nuevo, la Garra del Conciliador no sea más que un McGuffin sin ningún tipo de influencia aparente sobre personas o cosas. Que después del final tumultuoso e indefinido de La sombra del torturador, en el cual el lector se queda perplejo preguntándose que ha sucedido, al publicarse un año después su continuación La garra del Conciliador ninguna mención a lo que pasó se menciona. O que la gran espada con un canal interior relleno de mercurio que Severian utiliza para decapitar cuando trabaja como carnificario – esto es, de verdugo- se llame Terminus Est ( Esto es el Fin o Esto es lo que separa) es un rasgo más de humor negro. O que la máquina empleada para torturar a una exultante de alta clase como Thecla se denomine “El revolucionario” solamente puede salir de alguien con un sentido del humor un poco retorcido. Lo mismo se podría decir de que el Epítome, el hombre escogido para pasar una prueba realizada por parte de unos seres superiores y así definir si la Humanidad merece o no ser salvada, no sea otro que un torturador.

Quizás el detalle más revelador sobre ese humor sea el hecho de que cuando se publicó el cuarto y último libro La ciudadela del Autarca, volumen final su obra más destacada la tetralogía El libro del Sol Nuevo, y viendo su editor que aparentemente habían quedado elementos sin aclarar y un final sin una explicación sencilla, éste le propuso a Wolfe que debería escribir una quinta novela desarrollando los aspectos más oscuros para hacerlos más accesibles. Wolfe publicó pocos años después el volumen La Urth del Sol Nuevo , continuación de la historia y destinado a aclarar y unificar las distintas teorías existentes entre los fans. El resultado conseguido al presionar a Gene Wolfe en busca de respuestas fue que en lugar de iluminar los misterios de los libros anteriores, La La Urth del Sol Nuevo sea muy posiblemente el libro más farragoso y complicado de entender de Gene Wolfe, demostrando de esta forma al público ( y a su editor) algo que ahora parece bastante evidente y es que Wolfe nunca fue partidario de aclarar nada a sus lectores, más allá de lo propiamente publicado en sus libros.

V.- Simbolismo

Creemos que inventamos los símbolos, pero en realidad ellos son los que nos inventan a nosotros; somos sus criaturas, conformados por sus contornos duros y definidos. Cuando los soldados juran, se les da una moneda, un asimi sellado con el perfil del Autarca. Aceptar esa moneda es aceptar los deberes y los trabajos especiales de la vida militar; desde ese momento son soldados, aunque no sepan nada del manejo de las armas. Yo sabía eso por entonces, pero es un profundo error creer que hay que saber esas cosas para que ellas influyan en nosotros; creerlo en verdad es creer en la más ínfima y supersticiosa especie de magia. Sólo el pretendido hechicero tiene fe en la eficacia del puro conocimiento; cualquiera que razone un poco sabe que las cosas actúan por sí mismas o no actúan en absoluto.

Gene Wolfe. La sombra del torturador (1980)

El uso continuo de los símbolos es una de las características más especiales de la escritura de Gene Wolfe. Que Cerbero sea el guardián del burdel de La quinta cabeza de Cerbero nos transporta inmediatamente a la visión del infierno y a un monstruo de varias ramificaciones; que Severian lleva una enorme espada colgada, cargándola a su espalda a la manera de Cristo y la Cruz nos retrotrae a una figura redentora y mesiánica; la tenue luz roja del Sol que se apaga de El Libro del Sol Nuevo nos habla de una sociedad estancada y corrupta condenada a perecer; y las naves espaciales varadas de la Ciudadela, no son sino símbolos de un pasado muchísimo más avanzado tecnológicamente; la aparición de un gallo decapitado se descubre como símbolo de los que buscan la muerte del Sol Nuevo; el remontar a contracorriente de un río lleno de detritos como Gyoll como trasunto de la oposición para alcanzar su destino; o las enormes murallas de leguas de alto que rodean Nessus y la protegen de los peligros exteriores como símbolo de fuerza, pero que a su vez impiden la necesaria regeneración en esa sociedad; o la moneda de oro con la cara del Autarca como símbolo del poder de la Comunidad y el servicio al Autarca; la gigantesca biblioteca escondida en los subsuelos de la Ciudadela como símbolo del conocimiento perdido; la niebla en el portal herrumbrado como símbolo del camino a seguir por Severian. Los ejemplos son muchos y continuos, y de esta forma tan sutil el lector se ve envuelto en un ir y venir de poderosísimas imágenes y arquetipos que refuerzan el texto como un poderoso andamiaje y lo datan de una mayor perspectiva, trabajando a veces de forma casi subliminal y reforzando el mensaje que Wolfe quiere trasladarnos y de esta manera llega a utilizar incluso elementos tales como los colores ( negro, blanco, rojo...) y los también números ( uno, tres, diecisiete...).

También, como todas sus narraciones están completamente inundadas de estos símbolos, muchos de ellos derivados en su profunda fe católica, en El Libro del Sol Nuevo la imagen de Severian se transforma en la de un Salvador: la curación de enfermos realizada por la Garra ( aparentemente), la inundación completa de Urth por el Sol Nuevo al estilo de un Diluvio Universal, los símbolos solares de Apu-Punchau, la catedral voladora de las Peregrinas, las resurrección de Dorcas y la cura de Triskele, la Fuente Blanca como símbolo de nacimiento y limpieza que traerá consigo el Nuevo Sol, y posiblemente el más evidente de todos, la realización de un remedo de Comunión cuando con la ayuda del extracto de Alzabo, Severian y Vodalus se comen literalmente la carne de la difunta Thecla, hecho que posee un profundo valor en el desarrollo posterior del viaje de Severian. En fin, son muchos los símbolos religiosos utilizados por Wolfe: la aparición de estigmas en el reflejo de Severian en el espejo dentro de la Casa Absoluta, el sumergirse en el río ( y casi ahogarse) como imagen de un Bautismo y purificación de los pecados, la espina empapada de la propia sangre de Severian como reliquia y también como elemento de poder, la rosa grabada en el blasón que encuentra Severian en la necrópolis como símbolo también de poder pero además de regeneración, de resurrección y de inmortalidad, el gran hierogramato alado Tzadkiel como ángel o arcángel poderosísimo pero también sujeto a los designios del Increado, sus ayudantes los hieródulos y eidolones como parte de una jerarquía angélica al más puro estilo bíblico, la liberación del esmilodonte y la salvación del quiliarca condenado por Tifón, las varias muertes y resurrecciones de Severian..., está bastante claro hacia donde nos quiere conducir Wolfe ( ¿ o quizás no..?. con Wolfe uno nunca está totalmente seguro).

VI.- Los retorcidos juegos

Las lenguas de los hombres son más viejas que nuestra tierra hundida; y resulta extraño que en un tiempo tan largo no se hayan encontrado palabras para las pausas de la conversación, cada una de las cuales tiene su propia calidad y cierta longitud. Nuestro silencio se prolongó mientras cien olas golpeaban el casco; contenía el bamboleo del barco, el susurro del viento nocturno en las jarcias y una expectativa meditabunda.

La Urth del Sol Nuevo ( 1987)

Todas estas características se resumen en una: a Wolfe le gustan mucho los juegos ( o las tomaduras de pelo) con - o a costa- del lector. No solamente con los narradores, las pistas, el simbolismo, el lenguaje, el humor tan peculiar, el presentarse como traductor de un lenguaje aún no inventado, los juegos de palabras, las etimologías, si no también introduciendo las más retorcidas diversiones en forma de varias obras de teatro dentro de la narración y con los personajes de las novelas apareciendo también como protagonistas o figurantes sobre el escenario, los sueños o situaciones oníricas ( a veces compartidos por varios personajes), las premoniciones varias, las profecías, el continuo desgranar de cuentos y relatos intercalados en las novelas, e incluso los concursos de narraciones que llegan a ocupar varios capítulos como por ejemplo en La ciudadela del Autarca, historias de todo tipo y temática que tienen mucha importancia siempre en el desarrollo posterior de la narración. O la presentación casi tangencial de hipótesis científicas como la Hipótesis de Veil, que promulga que los aborígenes del planeta Sainte Anne no se extinguieron sino que se mimetizaron como los pretendidos conquistadores ( para a continuación suplantarlos), y de esta forma alterando el devenir del relato con un giro de 180 grados.

Y, por encima de todos ellos, los viajes en el tiempo, los continuos desplazamientos hacia adelante y hacia atrás por los Corredores del Tiempo. De esta forma puede pasar que, al estilo del relato corto Todos vosotros zombies de Robert A. Heinlein, varios de los protagonistas acaban finalmente ante nuestros ojos siendo el mismo ( esto sucede con varios de los personajes más importantes); o que los dos choques entre Severian y el tirano Tifón sean casi prácticamente consecutivos para Tifón pero alejadísimos millares de años en el tiempo para Severian; o que los encuentros con los Hieródulos Ossipago, Famulimus y Barbatus se produzcan de manera temporal directa a la narración empleada para Severian pero a la inversa para ellos, ya que se desplazan al revés de los humanos por los Corredores del Tiempo; o incluso la aparición de personajes secundarios pero a la vez tan importantes como el maestro Ash o el hombre verde.

Si uno no está dispuesto a entrar de cabeza en estos juegos, se perderá gran parte de la diversión ( diversión tal y como la entiende Wolfe al menos).

VII.- Sobre el impacto en el lector

La iluminación le llegó al Pátera Seda en el campo de pelota; después ya nada pudo ser igual. Cuando más tarde hablara de eso, susurrándole en las horas silenciosas de la noche como acostumbraba -y una vez cuando se lo contara a la Máitera Mármol, que también era la Máitera Rosa-, diría que había sido como si alguien que había estado siempre detrás de él, y (por así decir) sobre los hombros, hubiera, después de tantos años de silencio grávido, empezado a susurrarle a los oídos. Los muchachos más grandes habían marcado otro tanto, recordaría el Pátera Seda, y Cuerno estaba atajando un balón fácil cuando se habían oído las voces que exponían lo que había estado oculto.

Gene Wolfe. Nocturno del Sol Largo ( 1993)

Pero dejando a un lado todas estas características, disfrutar de los escritos de Wolfe está al alcance de cualquier lector, no debemos permitir que los árboles no nos dejen ver el bosque, ya los relatos y novelas de Gene Wolfe son de los que dejan huella. Que sí, que es posible que exijan más de una lectura, que el lenguaje empleado esté preñado de cultismos y recurra a recursos tales como usar arcaísmos para definir elementos tecnológicos aún no inventados, o que a veces los lectores no conseguimos descifrar todos los enigmas que Wolfe nos presenta, pero todo esto no debe desviarnos de lo que es indudablemente cierto, y ello es que Gene Wolfe es uno de los más grandes del género fantástico y está dotado de una enorme calidad literaria, para disfrutar aún cuando no percibamos todos sus trucos y que definitivamente no va a dejarnos nunca indiferentes - el hecho de que los escritos de Wolfe se disfrutan todavía más con cada lectura posterior es también un gran aliciente-. Sirva como ejemplo que un pequeño relato de no más de cuatro páginas como La muerte del doctor de la isla que puedes leer aquí ( 5) no está exento de sufrir múltiples interpretaciones y relecturas ( 6). Esto podría parecer suficiente para acobardar al lector más resolutivo, pero como dice Neil Gaiman en su Guía para leer a Gene Wolfe ( 7) “hay dos tipos de escritores inteligentes. Los que subrayan lo listos que son y los que no ven necesidad en subrayar lo listos que son. Gene Wolfe es de los segundos y la inteligencia es menos importante que el relato. No es listo para hacerte sentir tonto. Es listo para que tú también seas listo. “. Digamos que no es como leer los libros de Harry Potter ( sin querer desmerecer a nadie, no voy a meterme en ese lodazal, aunque pueda sugerirlo así mi primer apellido)

VIII.- De las muy complicadas adaptaciones

El cuadro que estaba limpiando, mostraba una figura con armadura de pie en un paisaje desolado. No tenía armas, pero sostenía un cayado al que estaba sujeto un extraño estandarte rígido. El visor del yelmo de la figura era de oro, y no tenía ninguna abertura para la visión o la ventilación; en su superficie pulida sólo se veía reflejado el desierto mortal.

Este guerrero de un mundo muerto me impresionó profundamente, aunque no sabría decir por qué, ni qué especie de emoción era la que sentía. De algún modo oscuro, deseaba bajar el cuadro y llevármelo… no a nuestra necrópolis, sino a uno de esos bosques de montaña de los que nuestra necrópolis era (ya entonces podía darme cuenta) una imagen idealizada, aunque viciada. Debería encontrarse entre árboles, el borde del marco descansando sobre hierba joven.

Gene Wolfe. La sombra del torturador (1980)

Por el tipo de prosa tan extraña y oblicua, parece prácticamente imposible que alguna narración de Gene Wolfe sea llevada al cine o a la televisión, aunque en los foros wolfeanos se ha discutido mucho a propósito de este tema. Por ejemplo, obsérvese como en el texto que encabeza este capítulo Severian describe la fotografía o cuadro de un astronauta posando en la Luna sin saber que realmente que es lo que muestra o representa la imagen.

Pero, si ya habéis habéis llegado hasta aquí, y tal vez albergáis algún interés en conocer un poco de que va todo esto de Gene Wolfe, pero no tenéis ganas o simplemente no os gusta mucho leer ciencia-ficción, pero sí los cómics y las novelas gráficas, aquí tenéis un enlace a un borrador de novela gráfica adaptando los cuatro primeros capítulos de La sombra del torturador (8). La atmósfera, aún tratándose de un borrador, es muy similar a la que transmite la novela.

IX.- La obra de formato corto:

Al este, apenas visible, podía percibirse la curva lunar que enviaba hacia él chorros de virescencia en un fluir callado, espumado y sobrenatural. Recortada contra esta luz verde musgosa, la ciudad de la orilla oriental parecía, más que muerta, dormida. Las torres eran negras pero sus ventanas ciegas; así iluminadas por detrás, parecían delatar un sutil resplandor, como si los tenebrosos corredores y estancias desiertos fueran rondados por hecatónquiros, los mil dedos untados de noctulescencia para iluminar su camino.

Gene Wolfe. El mapa (1984)

Posiblemente, tal y como su íntimo amigo Neil Gaiman afirma, la mejor manera de empezar a leer a Gene Wolfe sea con sus relatos, concretamente recomienda The best of Gene Wolfe short fiction, publicado en 2011. Gene Wolfe, a pesar de no haberse dedicado profesionalmente a la escritura hasta tener más de cincuenta años, fue un autor muy prolífico, habiendo escrito infinidad de cuentos y novelas aprovechando el escaso tiempo disponible de forma muy estajanovista, entre que se levantaba a las cinco hasta las ocho de la mañana, hora a la que se iba a trabajar. Y aunque la mayoría de las novelas más importantes sí que se han traducido y publicado en español ( excepto el último volumen de El libro del Sol Largo y los tres volúmenes que conforman The Book of the Short Sun), de su enorme obra corta que comprende varias antologías de relatos, falta prácticamente la gran mayoría por traducir, obligandonos de esta forma a los aficionados a tener que embarcarnos en la dificilísima tarea de leerlos en su idioma original, con un buen diccionario siempre a mano como imprescindible compañero de viaje.

Por si alguien se siente interesado en comenzar a leer a Gene Wolfe, voy a recomendar algunos de sus mejores relatos. Casi todos se pueden encuentran en las antologías Especies en peligro y en The best of Gene Wolfe short fiction. Si después de leerlos queréis seguir buceando en su obra corta tenéis más disponibles en Storeys from the Old Hotel, Castle of Days, Strange Travelers, Innocents Aboard o Starwater Strains. O tal vez quizás sería ya la hora empezar con sus novelas, entre las cuales podría proponer como inicio La sombra del torturador ( primer volumen de El Libro del Sol Nuevo), Paz o Soldado de la niebla.

Recomendaciones:

1.- La quinta cabeza de Cerbero

2.- Una cabaña en la costa

3.- La Isla del doctor Muerte y otras historias

4.- Bed and Breakfast

5.- The hero as a werwolf

6.- Siete noches americanas

7.- La muerte del doctor Isla

8.- Suzanne Delage

9.- Cuando yo era Ming el Cruel

10.- Nuestro vecino por David Copperfield

11.- El mapa

12.- Silueta

13.- Toy Theater

14.- Kevin Malone

15.- "Un cuento", por John V. Marsch

16.- V.R.T.

17.- El gato

18.- Straw

19.- The Boy Who Hooked the Sun

20.- The Tree Is My Hat

X.- El Libro del Sol Nuevo

Aquí me detengo, lector, después de haberte conducido de portalón a portalón… desde el portalón cerrado con candado y amortajado de neblina de nuestra necrópolis, hasta éste de rizadas volutas de humo, este portalón que es quizá, el más grande que exista, el más grande que haya existido jamás. Fue entrando por él que llegué a este otro. Y con seguridad, cuando entré por este segundo portalón, empecé una vez más a andar por un nuevo camino. Desde ese gran portalón en adelante, durante largo tiempo, partiría de la Ciudad Imperecedera y recorrería los bosques y los pastizales, las montañas y las junglas del norte.

Aquí me detengo. Si no quieres seguirme, lector, no puedo culparte. El camino no es fácil.

Gene Wolfe. La sombra del torturador (1980)

La Opus Magnum de Gene Wolfe, la tetralogía de El Libro del Sol Nuevo, está formada por cuatro libros ( algo que parece evidente en una tetralogía): La sombra del torturador (1980), La garra del Conciliador ( 1981), La espada del Lictor ( 1982) y La ciudadela del Autarca (1983) en los cuales se describe en primera persona el ascenso del aprendiz de la Orden de los Buscadores de la Verdad y la Penitencia ( eufemismo con el que se conoce al gremio de los torturadores, gremio del que se dice que aplica la justicia del Autarca pero también, como nos mencionan en La sombra del torturador funciona como válvula de escape “a veces pienso que el gremio ha durado tanto tiempo porque encauza de alguna manera el odio del pueblo, desviándolo del Autarca, los exultantes y el ejército y aun, en cierto grado, de los pálidos cacógenos que a veces visitan Urth desde las estrellas más lejanas”) llamado Severian hasta alcanzar el trono y ser el Autarca de la Comunidad en un futuro tan lejano que la tecnología aparentemente parece magia, el mundo está estratificado a la manera una sociedad feudal y el Sol está cerca de apagarse. Es una de esas obras que todos los aficionados tenemos que conocer sí o sí y que está incluida en la mayoría de las listas de las mejores novelas de ciencia-ficción de todos los tiempos.

Se suele incluir a posterior novela La Urth del Sol Nuevo ( 1987) como el quinto volumen de El Libro del Sol Nuevo, y de hecho así fue publicada en España. No es cierto, en realidad es un libro totalmente distinto y está narrado por un Severian diferente al de la tetralogía original, lo cual se nota desde el primer capítulo. Considerarlo como parte de un todo mayor es, en mi opinión, un error. El Libro del Sol Nuevo es una obra completa, cerrada sobre sí misma, autoconclusiva y con todas las explicaciones necesarias para su comprensión por parte del lector. La Urth del Sol Nuevo, es cierto, clarifica algunos puntos y añade cierta luz, sobre todo respecto a las motivaciones que mueven a los “villanos” aparentes de los primeros libros, esto es a Erebus, Abaia y Calveros, y sobre todo desarrolla enormemente la enigmática figura de El Conciliador; al tiempo que añade nuevos misterios como quién es realmente el Severian que narra la historia ( a esas alturas de la narración decir que hubo dos o tres Severians es, muy posiblemente, quedarse corto), o que es lo que produce el eclipse momentáneo de Apu-Punchau. Pero es un libro con personalidad propia, aunque desde luego que no permite una lectura independiente de los cuatro iniciales, esto es no tendría ningún sentido leerlo sin haber completado previamente los anteriores.

Como poco más se puede añadir de unos libros que se han analizado por los críticos y aficionados de la ciencia-ficción de todo el mundo, me voy a limitar a hacer corta y pega de lo que dice en la web de reseñas literarias El jardín del sueño infinito ( 9): ” El libro del Sol Nuevo es algo mas que una narración, es un compromiso, un acertijo y un juego. Los libros son rompecabezas, y es responsabilidad del lector armarlos, y comprenderlos. Gene Wolfe entrega la mitad de la historia ante los ojos del lector, y este debe deducir con las pistas entregadas muchas cosas. Por lo tanto este no es un libro normal, que se lee de forma lúdica, para relajarse. Es una historia que merece toda la atención del lector, pero recompensa al lector curioso. Después de esta larga reseña solo me queda decir que La sombra del torturador es el mejor libro de ciencia ficción que he tenido la suerte de leer, es complejo, entretenido, reflexivo, extravagante, trabajado con una maestría y arrogancia irrepetibles, el trabajo proteico de un gigante.”

Sí que gustaría añadir sobre este libro que Wolfe, para referirse a elementos tecnológicos todavía no inventados o a animales o cosas que aún no existen sobre el planeta Tierra, en lugar de inventarse los términos para referirse a ellos al estilo de tantas y tantas novelas de ciencia-ficción y fantasía usa casi siempre un léxico plagado de arcaísmos y palabras extraídas del latín o griego que le confieren un carácter aún más oscuro y críptico a la lectura. De esta forma, a los extraterrestres les denomina “cacógenos”, a los personajes de la clase social más alta los define como “exultantes”, a los caballeros o de clase militar “armígeros”, a varios tipos de monturas más grandes que un caballo actual “destrieros” o “baluchiterios”, a un alto mando militar como podría ser un general actual “quiliarca”, a un gran carnívoro de prominentes colmillos curvos y de probable origen extraterrestre “esmilodonte”, a un administrador local de justicia “lictor”, al color más oscuro que el negro que visten los torturadores “fulígino”, a un alto funcionario de provincias “arconte”, a la cárcel “víncula”, a los policías “clavígeros”, el tiempo se divide en “ quilíadas”, y una cámara subterránea del palacio del Autarca se denomina “Hipogeo Apotropaico”, al mercurio líquido de Terminus Est “ hydrargyrum”... todo esto, que puede parecer descorazonador al principio, es uno de los alicientes más satisfactorios para el lector, que por la etimología de los distintos términos, puede recabar una información preciosa que Wolfe ya sabemos no es muy partidario de compartir de buenas a primeras. Si tenéis más interés en este tema, el libro Lexicon Urthus de Michael Andre-Driussi ( ahora en su segunda o tercera edición) os puede ayudar a comprender todos las complicadas palabras empleados por Gene Wolfe.

Mención aparte merece el desarrollo religioso de la tetralogía. Es prácticamente el tema central de una obra que toca prácticamente todos los palos conocidos de la ciencia-ficción ( tecnología, regresión tecnológica, extraterrestres, navesespaciales intergalácticas, batallas con utilización de armas inimaginables, cambio climático, viajes espaciales, evolución humana, transhumanismo, colonizaciones planetarias, ciborgs, amenazantes y gigantescos monstruos al más puro estilo de H.P. Lovecraft, jerarquías y clases sociales futuras, política y reparto de la riqueza, represión y castigo, viajes en el tiempo, formas de gobierno futuras, reflexiones continuas sobre la identidad y la Ética, la lista es casi interminable...). Pero la religión es el nexo central de todas ellas, y ya desde el principio conoceremos que existe una especie de Santísima Trinidad, formada por El Pancreador ( Padre), El Increado ( Espíritu Santo) y El Conciliador ( El Hijo).

El Conciliador es un personaje ( en apariencia legendario) de tiempos remotos, reverenciado en la antigüedad más lejana, y fácilmente identificable con la figura de Cristo. Un profeta de perfil abiertamente mesiánico que apareció en Urth miles de años antes del nacimiento de Severian, su única llegada coincidente con cuando Ymar se convirtió en el primer Autarca, en tiempos del tirano Tifón. El Conciliador es un personaje fundamental, que además de realizar numerosos milagros, predijo la llegada de un Sol Nuevo para sustituir al existente Sol moribundo, cuya escasa fuerza apenas les permite extraer cosechas y con su casi desaparecida capacidad para calentar el planeta no permite la vida más que en ciertas zonas bastante alejadas de los polos. No podría decir mucho más sin caer en spoilers gratuitos pero es uno de las tramas más espectaculares de los libros e implica numerosos viajes ( en el tiempo, en el espacio y entre diferentes universos y personas).

Como anécdota, indicar que existe otro libro publicado por el propio Wolfe sobre la escritura de El libro del Sol Nuevo. El libro se llama The Castle of the Otter y actualmente se le puede encontrar integrado dentro del volumen de relatos y ensayos Castle of Days. En él Wolfe nos muestra el proceso de creación de personajes y de los respectivos nombres empleados. En un capítulo muy especial para los fans, denominado These are the jokes ( algo así como Estas son las bromas), Wolfe hace desfilar a una parte del elenco de personajes del El libro del Sol Nuevo contando chistes, chascarrillos o anécdotas aparentemente graciosas, cada uno de ellos de temática directamente relacionada con el personaje que lo cuenta ( por ejemplo Severian, Drotte, Eata y Roche cuentan chistes sobre torturadores, Gurloes y Palaemon sobre maestros del propio gremio, Thecla cuenta chismes sobre Autarcas en La Casa Absoluta, el arconte de la ciudad de Thrax Abdiesus sobre la aplicación de la justicia y el derecho en provincias, Jonás sobre los marinos de las naves espaciales y Ash sobre viajes en el tiempo, entre otros varios personajes que aparecen), un poco recordando a la presentación de tomas falsas en los créditos finales de una película. El resultado conseguido además de muy original es espectacular, aunque divertido probablemente no sea la palabra más adecuada para describir todo lo que nos cuentan.

XI.- El Ciclo Solar

Aquí se detendrá mi pluma, lector, aunque no yo. Te he transportado de puerta en puerta: de la cerrada puerta de la necrópolis de Nessus, con su mortaja de bruma, a esa puerta barrada de nubes que llamamos cielo, la puerta que, espero, me llevará más allá de las estrellas cercanas.

Mi pluma se detiene; yo no. Lector, ya no caminarás conmigo. Es tiempo de que los dos retomemos nuestras vidas.

A este relato, yo, Severian el Cojo, Autarca, pongo mi rúbrica en el que será llamado último año del sol viejo.

Gene Wolfe. La ciudadela del Autarca (1983)

El Ciclo Solar ( o Ciclo de Briah) es el conjunto de los más destacados trabajos de Gene Wolfe ( Sol Nuevo, Sol Largo y Sol Corto) que comparten entre ellos temáticas, personajes y universo, y que está conformado por las siguientes novelas:

El Libro del Sol Nuevo ( tetralogía)

  • La sombra del torturador
  • La garra del Conciliador
  • La espada del lictor
  • La Ciudadela del Autarca

La Urth del Sol Nuevo ( pretendida explicación/coda de los anteriores)

El Libro del Sol Largo ( tetralogía)

  • Nocturno del Sol Largo
  • Lago del Sol Largo
  • Caldé del Sol Largo
  • Exodus from the Long Sun ( Éxodo del Sol Largo, sin traducir)

The Book of the Short Sun ( trilogía)

  • On Blue´s waters ( Sobre las aguas de Azul, sin traducir)
  • In Green´s jungles ( En las selvas de Verde, sin traducir)
  • Return to the Whorl ( Regreso al Vórtice, sin traducir)

El Libro del Sol Largo versa sobre el viaje de una enorme nave generacional interestelar, el Vórtice, y del levantamiento/revolución comandada por el sacerdote Pátera Seda contra los dioses/amos de la astronave (uno de ellos, Pas aparentemente es Tifón, antiguo tirano de El Libro del Sol Nuevo) para poder finalmente evacuar la nave y colonizar de esta forma los planetas gemelos a los que la nave orbita desde un tiempo indeterminado, denominados respectivamente Azul y Verde. Todos los hechos que describen en esta tetralogía se precipitan unos detrás de otros en unos escasos días ( por ejemplo, el primero particularmente sucede una sola noche).

The Book of the Short Sun empieza la narración años después de la salida del Vórtice, y el protagonista ( Cuerno el ayudante del Pátera Seda en El Libro del Sol Largo) relata la busqueda de su maestro por los planetas gemelos Azul y Verde. Los hechos que suceden en ambos Libros son muy anteriores temporalmente a El Libro del Sol Nuevo, aunque entre ellos están brevemente conectados debido a que aparecen Severian, Tifón y también se intuyen los enormes entes alienígenas megaterianos Erebus y Abaia, que amenazarán con impedir la llegada del Sol Nuevo a la Urth de muchas quilíadas posteriores.

También hay quien incluye en este ciclo los relatos El gato, El mapa y Empires of Foliage and Flower, incluso hay quien infiere que los tres relatos publicados conjuntamente en La quinta cabeza de Cerbero suceden en el mismo universo, ya que los planetas gemelos Sainte Croix y Sainte Anne se pueden asimilar a Azul y Verde, los planetas gemelos de The Book of the Short Sun; y los abos ( habitantes primigenios de La quinta cabeza de Cerbero) podrían corresponderse con los inhumi ( los extraterrestres de alimentación vámpirica de El Libro del Sol Largo y The Book of the Short Sun).

XII.- Otras obras

Cuando yo era chico a mi hermano David y a mí nos obligaban a acostarnos temprano, tuviéramos sueño o no. Sobre todo en verano, a menudo había que irse a la cama antes del anochecer; y como nuestro dormitorio estaba en el ala este de la casa, y la amplia ventana daba al patio central y por lo tanto al oeste, a veces nos pasábamos horas en vela bajo la dura luz rosada, mirando al mono tullido de mi padre encaramado a un parapeto desconchado, o contándonos cuentos, de una cama a otra, con gestos silenciosos.

Gene Wolfe. La quinta cabeza de Cerbero (1973)

Otras obras muy recomendables de Wolfe son:

La quinta cabeza de Cerbero ( 1973): no confundir con el relato del mismo nombre, éste es un volumen publicado con tres relatos interconectados: La quinta cabeza de Cerbero; "Un cuento", por John V. Marsch; y V.R.T. Para algunos, lo mejor de Gene Wolfe, a la altura de El Libro del Sol Nuevo.

Paz ( 1975). Es una historia al estilo del realismo mágico ( o en una relectura posterior una historia de fantasmas) que sucede en el Medio Oeste norteamericano.

Soldado de la niebla ( 1986). Novela multipremiada que se desarrolla en la Hélade del Siglo V a. de C., todavía poblada por los poderosos dioses griegos de la mitología clásica, y que sucede en los años posteriores al final de la Segunda Guerra Médica. Forma una trilogía con Soldado de Areté y Soldado de Sidón. Siendo la primera novela de Wolfe que cayó en mis manos, le tengo un cariño especial. En ella se mezclan los personajes mitológicos clásicos antes mencionados en todo su esplendor, con otros históricos reales de esa época tanto de Pensamiento ( atenienses) como Cordeleros ( espartanos), e incluso un tercer tipo, los héroes homéricos tales como Ulises o Aquiles.

Del resto de su producción tiene además otras obras, digamos menores, pero que no desmerecen en absoluto el gran nombre de Wolfe: El caballero-mago ( dilogía formada por El caballero y El mago), Confesiones de un pirata, El diablo en un bosque, An Evil Guest o The Sorcerer's House.

También de ese período tan productivo para Wolfe como fueron los años 80 del siglo XX tiene las novelas Free Live Free, Pandora, By Holly Hollander, Castlewiew y Puertas que para ser sincero tengo que decir que aún no las he leído. También existe una primera novela publicada anteriormente, Operación Ares, de la cual Gene Wolfe no quiere ni que se mencione por haber sido radicalmente alterada por su editor sin su consentimiento.

De sus últimas novelas, alguna de ellas publicada póstumamente, poco puedo opinar porque las desconozco totalmente: Home Fires (2011), The Land Across (2013), A Borrowed Man (2015) e Interlibrary Loan (2020)

Para cualquier duda sobre Gene Wolfe, existe una Wiki íntegramente dedicada a su obra. A destacar que dentro de ella se integra Cave Canem ( Cuidado con el perro) web de Robert Borski que trata exclusivamente sobre La quinta cabeza de Cerbero (10). También es muy recomendable la comunidad existente dentro de Reddit (11).

Firmado: Número Tres.

Terminus Est

Enlaces:

  1. www.theguardian.com/books/booksblog/2009/nov/23/the-book-of-the-new-su
  2. nebulas.sfwa.org/grand-masters/gene-wolfe/
  3. www.the-tls.co.uk/articles/neil-gaiman-gene-wolfe-folio-society
  4. www.nyrsf.com/2013/09/a-story-kim-stanley-robinson.html
  5. cuentosparaalgernon.wordpress.com/2016/05/07/muerte-del-doctor-de-la-i
  6. www.origencuantico.com/relatos-cortos-muerte-del-doctor-de-la-isla-de-
  7. www.sfsite.com/fsf/2007/gwng0704.htm
  8. sonofwitz.com/rough-draft-of-an-abandoned-graphic-novel-adaptation-of-
  9. eljardindelsuenoinfinito.blogspot.com/2009/10/la-sombra-del-torturador
  10. www.wolfewiki.com/pmwiki/pmwiki.php?n=WolfeWiki.Contents
  11. www.reddit.com/r/genewolfe/