Envío erróneo o controvertido, por favor lee los comentarios.
Así sueña por dentro la ínclita presidenta de la Comunidad de Madrid. En blanco y negro. Y por fuera de negro riguroso. Ella es la viva reencarnación de la niña del luto. Hasta sus guantes son de cuero negro, como los de Carmina Ordóñez en la Plaza de Oriente. Hermanadas por el gusto a la fama, el amor desenfrenado por las mentiras y los lujos de las cosas pagadas.