En el décimo asalto, el árbitro del encuentro optó por parar las acciones debido a un severo corte que el retador tenía sobre su ojo izquierdo gracias al incesante castigo que le propinó Mares. Pero en vez de dictar el nocaut técnico como se esperaba, dijo que se tendrían que ir las tarjetas porque a lo largo de todo el combate ambos púgiles se habían pegado con golpes ilegales, codazos y cabezazos y esto contribuyó a la lesión. Un juez dio la victoria a Mares por 100-90 y dos entregaron puntuaciones 99-91.