Sakamoto Ryōma desempeñó un papel clave en la creación del Japón moderno, negociando la alianza entre los dominios de Satsuma y Chōshū y contribuyendo a derrocar el shogunato para restaurar el poder del emperador. Por desgracia, no llegó a ser testigo de la nueva era a la que había guiado su país ya que fue asesinado muy joven. El 15 de noviembre se cumplieron 150 años de su muerte.