Croquetas de torreznos

Vamos al lío con la receta.

Ingredientes:

  • Un trozo de panceta (yo usé la que tienen en Mercadona)
  • Cinco cucharas soperas de harina (sin colmar)
  • Pizca de sal (x2)
  • Pizca de nuez moscada
  • Medio litro de leche (corregir hasta que quede bien cremosa la bechamel)
  • Una cucharada de margarina o mantequilla
  • Un chorrito generoso de aceite de oliva virgen extra
  • Una cebolla mediana
  • Dos huevos
  • Pan rallado

Lo primero es hacer cortar en trozos pequeños, pero no mucho la panceta, para hacer los torreznos.

Los echamos en una sartén, para que se hagan en su propia grasa, y de vez en cuando le quitamos el exceso echándolo en un recipiente a parte.

Una vez hechos, y después que enfríen un poco para no quemarnos, hacemos un segundo picado, más pequeño para echar a la bechamel.

Para la bechamel, echamos la cucharada de margarina o mantequilla, y cuando se esté derritiendo echamos el chorro de aceite de oliva y lo logramos bien.

Echamos ahora la cebolla bien picadita para que no se noten los trozos, pero que se note el sabor, y una pizca de sal. Cuando veamos que empieza a dorar echamos los torreznos picados y mezclamos, para después echar la harina y la pizca de nuez moscada, y ligamos bien todo hasta que nos quede una masa cremosa uniforme.

Bajamos a fuego medio y vamos incorporando la leche poco a poco, ligando bien todo con una lengua o espátula, hasta que nos quede una bechamel cremosa.

Lo echamos en una bandeja y lo reservamos en la nevera. A mí me gusta dejarlo para el día siguiente (al menos 12 horas), el fin es que la bechamel enfríe lo suficiente para poder manejarla y hacer las croquetas.

Pasado el tiempo de enfriado, preparamos dos recipientes, uno con los huevos batidos y una pizca de sal, y otro con el pan rallado.

Con la ayuda de dos cucharas, (o con las manos o una manga pastelera, al gusto) vamos haciendo las croquetas, las pasamos por el huevo y el pan rallado, y las dejamos en una bandeja.

En una cazo hondo o una sartén con fondo (o freidora) con aceite limpio echamos las croquetas cuando esté bien caliente, pero sin echar humo y controlamos para que se doren (hay que recordar que la bechamel ya está cocinada, solo es dorar la croqueta). Sacamos a un recipiente con papel absorvente.

Y listas para obstruir las arterias. A disfrutar.