Trabajadores del campo, principalmente extranjeros, sin contrato, sometidos a jornadas extenuantes, muy por encima de lo legal, sin derecho a un mínimo descanso, y con salarios muy por debajo del convenio. Y, a la más mínima protesta o bajo rendimiento, despedidos. Es el resumen de un nuevo caso de esclavitud laboral detectado en la provincia de Granada, en la comarca del Poniente, en este caso por la Policía.