El lanzamiento del criptorublo se hará rápido, antes de que se le adelanten sus vecinos euroasiáticos. No implicará la legalización del bitcoin o de las otras criptomonedas, resaltando que se trataría de una criptomoneda distinta a todas esas, puesto que entre otras cosas, no se podrá minar. Además por tratarse de la criptomoneda nacional rusa, deberá usar la criptografía rusa. El volumen de criptorublos a emitir será regulado, y probablemente se trate de un “modelo cerrado”.