Hace apenas unas horas, como todas las mañanas, la nueva alcaldesa de Madrid se dirigía a su lugar de trabajo. Cuando dos empleados del metro le han pedido que les mostrara su título de transporte se han comprobado que no había picado el metrobús. Manuela Carmena ha alegado que a su edad era imposible colarse, pasando por arriba o por debajo de los torniquetes, pero ha sido informada de que se cursaría la correspondiente denuncia, que probablemente acabaría en multa.
La oposición no ha tardado en enterarse de los hechos, aprovechando para pedir la dimisión de Manuela. Algunos miembros de Ahora Madrid están convencidos de que la oposición no tiene argumentos de peso para su petición, ya que el incidente no ha sido comentado en Twitter.
