Frente a la visión de Hegel como un luterano o como un romántico, el profesor Carlos Pérez Soto defiende la idea de Hegel como el filósofo que ante la explosión filosófica y científica de la modernidad fue capaz de pensar más allá de la ilustración y el romanticismo. Para Hegel la verdad de la revolución francesa es el kantismo, una ética de ideales y de valores es incapaz de contrarrestar el efecto centrífugo del individualismo burgués, fomentando una ética de la hipocresía en la que se hace otra. El mal se desarrolla ungido de ideales.

Los ídolos y las falsas nociones que han ocupado ya el entendimiento humano y han arraigado profundamente en él no sólo asedian las mentes humanas haciendo difícil el acceso a la verdad, sino que incluso en el caso de que se diera y concediera el acceso, esos ídolos saldrán de nuevo al encuentro, y causarán molestias en la misma restauración de las ciencias, a no ser que los hombres, prevenidos contra ellos, se defiendan en la medida de lo posible.