Enemigos de la civilización

La fuerza juega un papel mucho mayor en el gobierno del mundo que antes de 1914 y, lo que es especialmente alarmante, la fuerza tiende cada vez más a caer en manos de aquellos que son enemigos de la civilización. El peligro es profundo y terrible; no puede dejarse a un lado con simple optimismo. La causa fundamental del problema es que en el mundo moderno los estúpidos están seguros de sí mismos mientras que las personas inteligentes se encuentran llenas de dudas. Incluso aquellos de los inteligentes que creen tener un remedio son demasiado individualistas como para unirse a otros hombres inteligentes de los que difieren en puntos de menor importancia. Esto no fue siempre así.

Bertrand Russell, El triunfo de la estupidez (1933)