Una de las cuestiones más candentes de la actualidad militar española es, cómo afrontar el inminente final de la vida operativa de los vetustos AV-8B Harrier II Plus de nuestra Marina. Ante la retirada de estos ilustres modelos se plantean dos opciones. Una, adquirir el sofisticado, caro y polémico F-35B, el único caza que por sus características de despegue en corto espacio y aterrizaje vertical podría operar en la simpar cubierta de vuelo disponible en la Armada, el buque «Juan Carlos I» manteniendo así viva el ala fija embarcada.