Los hechos en el campo de batalla acabarán mostrando los verdaderos efectos de la crisis, pero la campaña de ISIS en Irak, en última instancia podría ayudar a la oposición siria y perjudicar al régimen de Assad. El impresionante avance del Estado Islámico de Irak y al-Sham (ISIS) en Iraq septentrional y occidental durante la semanas pasadas tiene implicaciones militares significativas para la guerra en Siria. Las fuerzas del grupo yihadista y sus operaciones en Siria ya han sido afectadas positiva o negativamente por sus compromisos en Irak.

A raíz de una entrega inicial de aviones de ataque a tierra Su-25 Frogfoot de Rusia, el Ministerio de Defensa iraquí anunció una entrega adicional que se había recibido el 1 de julio de 2014. Aunque el origen de esta última entrega de Su-25 no ha sido comentado oficialmente, la conclusion de los analistas del IISS ( Instituto Internacional de Estudios Estratégicos ) es que estos últimos aparatos proceden de la vecina Irán.

El ejército estadounidense desplazará su base de vuelos con aviones no tripulados en Níger desde Niamey a una base de más al norte, lo que permite a Washington a un mejor seguimiento de los combatientes islamistas en la región, dijo un funcionario de defensa el martes. Los Estados Unidos comenzaron los vuelos de vigilancia de drones desde Níger a principios de 2013 para apoyar a las fuerzas francesas que luchan contra militantes islamistas en el norte de Malí.

El imparable avance del yihadismo en el Sahel desde hace una década no solo ha provocado miles de muertos, tres millones de desplazados y una grave crisis humanitaria. También está erosionando a los gobiernos de la región y generando una enorme inestabilidad política y social: los golpes de Estado en Malí o la reciente caída del Gobierno de Burkina Faso son consecuencia de la crisis en materia de seguridad que se expresa también en manifestaciones espontáneas contra las autoridades.