Antes de sellar en la Puerta del Sol su acuerdo para las próximas elecciones del 26-J, los líderes de Podemos e IU cruzaban acusaciones que no hacían presagiar su alianza. En junio de 2015, día 24 para más señas, Pablo Iglesias concedía una entrevista al diario Público, y la trufaba con dardos hacia Izquierda Unida. Veía en cada uno de los militantes del partido de Garzón al "típico izquierdista tristón, aburrido, amargado..., La lucidez del pesimismo".