Se han realizado análisis similares en más de 50 carnes vegetales diferentes. Todos estos estudios encontraron que eran mucho más sostenibles. El cambio a la carne vegetal reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, la utilización del terreno y la huella hídrica a un 90 %. Ahora bien, si consumiéramos esos guisantes y soja de estas hamburguesas pero directamente y sin procesar, no sólo podría obtenerse un 90 % menos de impacto, sino hasta un 99 %, pero el impacto puede reducirse a cero si nadie estuviese dispuesto a comerlos.