Los abogados habían conseguido que se levantara la prohibición de vender leche no pasteurizada en Virginia Occidental. Llevados por la alegría de la victoria decidieron celebrarlo bebiendo leche sin pasteurizar. Ahora varios de ellos están enfermos del estómago. Uno de ellos afirma que no cree que su enfermedad y la de sus compañeros se deba a haber bebido leche contaminada, achacándolo a algún tipo de virus.