Lo irónico de la secuencia es que el periodista estaba informando de un aumento de robos en el país cuando el loro le robó el auricular. Era un tema serio, así que decidió seguir hablando como si no hubiera pasado nada. En cambio, el camarógrafo salió a la caza del ave y en busca del auricular.
Ver robando comida a los animales le puede parecer a muchos gracioso. Sobre todo porque lo ven desde el lado "tierno" pero, se vuelve una mala costumbre?