Vivo y trabajo en Atenas hace más de dos años. Desde que empezaron a cerrar las fronteras en Europa, empecé a ir a ayudar a varios campos como voluntario. Viendo la situación en el Pireo desde el primer día, dantesca, decidí ir a uno de los campos (uno improvisado en el antiguo aeropuerto abandonado de Elliniko). Ahora colaboro en el campo de Malakasa, donde viven actualmente cerca de 1300 refugiados (en su mayoría Afganos), y están llegando nuevos desde Idomeni (ahora desalojado), el Pireo y Elliniko (en proceso de desalojo). En todo este tiempo, por parte de los refugiados (en su gran…