Sí, es un concepto un tanto extravagante pero creo que es interesante intentar darle forma en un texto. El juego porro es lo que denominamos a esos títulos que no nos aportan nada especial realmente, pero que nos comen horas como ningún otro. Cada persona tiene su género o juego al que suele volver de forma reiterada. No hay una explicación lógica pero nos hace sentir bien sin importar que el marcador supere las 1000 horas perdidas.