En “El Patriarcado no existe más”, la filósofa y socióloga demuele los postulados de esa corriente en base a estadísticas. Rechaza la existencia de una “cultura de la violación”, y la culpabilización de todos los hombres, contracara de la victimización de todas las mujeres. Roxana Kreimer se atreve a remar contra la corriente, aparentemente mayoritaria, de lo que ella llama feminismo hegemónico. Y lo hace de modo contundente. No sólo la contradice en el elemento vertebral de su discurso -”el Patriarcado no existe más”, sentencia-, sino que desmonta incluso su agenda: no hay sexismo en el acceso a cargos jerárquicos ni diferente salario por un mismo trabajo.