Me preocupan los numerosos informes de ataques contra periodistas que cubren manifestaciones en Cataluña la semana pasada. La Plataforma del Consejo de Europa para la seguridad de los periodistas ha registrado 37 de estos casos. Si bien algunos de estos ataques han sido llevados a cabo por manifestantes, varios periodistas acreditados, vestidos con chaquetas de visibilidad para la prensa, han experimentado comportamientos violentos a manos de agentes de policía en diferentes ciudades de Cataluña.
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Me preocupan los numerosos informes de ataques contra periodistas que cubren manifestaciones en Cataluña la semana pasada. La Plataforma del Consejo de Europa para la seguridad de los periodistas ha registrado 37 de estos casos. Si bien algunos de estos ataques han sido llevados a cabo por manifestantes, varios periodistas acreditados, vestidos con chaquetas de visibilidad para la prensa, han experimentado comportamientos violentos a manos de agentes de policía en diferentes ciudades de Cataluña. Algunos periodistas indican que fueron golpeados o les rompieron el equipo, otros que fueron alcanzados por balas de espuma disparadas por la policía. También tomo nota del arresto de un fotógrafo de prensa en la noche del viernes 18 de octubre en Barcelona, mientras se informa que estaba tomando fotos de una operación policial.
En general, me preocupa un contexto de creciente inseguridad para los periodistas que informan sobre la situación en Cataluña en los últimos meses, con los ataques contra periodistas en aumento.
En la situación actual de tensión, es clave garantizar el pleno respeto de la libertad de expresión, que incluye el derecho a recibir e impartir información. Por lo tanto, pido a las autoridades españolas que investiguen todos los casos denunciados de ataques contra periodistas, especialmente durante las manifestaciones de la semana pasada, tanto si fueron llevados a cabo por policías como por manifestantes. También se deben tomar medidas para garantizar la seguridad de todos los periodistas durante las manifestaciones.
También me preocupan las denuncias de uso desproporcionado de la fuerza y uso inapropiado de armas antidisturbios por parte de la policía contra los manifestantes durante las protestas de la semana pasada. Reconozco plenamente los numerosos desafíos que enfrentan los agentes de policía que tuvieron que enfrentar ataques violentos y lidiar con numerosos actos de vandalismo en las calles y que también han sufrido heridas como resultado. Condeno firmemente estas manifestaciones de violencia y pido a todos que se sientan responsables y desempeñen su papel en la reducción de las tensiones, al rechazar la violencia y mostrar moderación.
Sin embargo, incluso en circunstancias tan difíciles, es importante que la policía cumpla estrictamente los principios de necesidad y proporcionalidad en el uso de la fuerza, a fin de salvaguardar los derechos de aquellos que demuestran pacíficamente y alivian las tensiones al mismo tiempo. Observo en particular de varios informes, incluido de Amnistía Internacional , que se ha hecho un uso indebido de armas como balas de goma y espuma. Entiendo que al menos cuatro personas sufrieron lesiones oculares graves durante las manifestaciones de la semana pasada debido a tales armas. Como ya subrayó mi predecesor en una carta a las autoridades españolas del 4 de octubre de 2017, el uso de tales armas presenta un claro peligro para la seguridad de los manifestantes. Debido a su efecto impreciso e indiscriminado, no deben usarse contra un gran número de personas, incluidas las asambleas que reúnen a un gran número de manifestantes pacíficos.
Por lo tanto, insto a las autoridades españolas a que reconsideren el uso de estas armas en operaciones destinadas a gestionar manifestaciones públicas. También deben investigar y sancionar adecuadamente todos los casos denunciados de uso abusivo de la fuerza por parte de funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.
Seguiré colaborando con las autoridades españolas sobre cómo garantizar la protección de la libertad de expresión y la reunión pacífica.
lo del ictus sobra.
Por no hablar de cuando se indignan y le esperan al policía que si se está pasando o que "es un chaval".
Si estás ahí es para informar, no para meterte en medio, que te lleven al final detenido por tonto y dejar de hacer tú trabajo.