Esta semana, el escritor estadounidense Christopher Andersen anunció que pronto publicará una extensa biografía sobre el rey Carlos III de Inglaterra, en la que cuenta su vida como príncipe, su relación con su madre y algunas extravagantes curiosidades. Entre ellas, que lleva a todos lados su propio asiento para el váter, que tiene un chef que siempre le prepara sus platos favoritos (no importa en qué país o circunstancias se encuentre) y que su mejor compañero es un osito de peluche, que tiene desde la niñez. Una reliquia que tendría -al menos- 70 años y que solo permite que una mujer en particular lo remiende.
"Carlos va a todos lados con su osito de la infancia. Lo tiene desde que era muy pequeño y solo permite que su antigua niñera Mabel Anderson lo remiende. Es que ellos siguen estando muy unidos", mencionó el autor, recientemente, a Entertainment Tonight, lo que ha desatado una gran curiosidad por Anderson. Pero, ¿quién es realmente esta famosa empleada de palacio? De acuerdo con diversas publicaciones, una de las personas más queridas por el ex príncipe de Gales y una de las mejores amigas que la difunta reina tuvo hasta el final de sus días.
De acuerdo con My London, Anderson tiene 95 años, es hija de un policía que fue asesinado en un bombardeo y, originalmente, fue contratada para ser una especie de enfermera que pudiese atender las necesidades del futuro monarca. No obstante, poco a poco se fue ganando la confianza de la familia real y pronto comenzó a acompañar también el príncipe Andrés o el príncipe Eduardo. De hecho, cerca de 1960 empezó a aparecer en las revistas como un rostro conocido o casi una verdadera socialité.
"Mabel Anderson apareció en la escena nacional cuando el príncipe Carlos necesitaba una asistente y ella, de acuerdo con testigos, fue la única solicitante que no estaba temblando de nervios. [...] A los 33, la lozana Mabel Anderson no estaba casada. Pero, debido a una regla utilizada en el Palacio de Buckingham, todo el mundo debe referirse a ella como 'señora'", escribió una revista en 1960. Pese a ello, según la biógrafa Ingrid Seward, no todo el mundo llamaba 'miss' a Anderson. Carlos la llamaba 'Mispy', como una forma cariñosa de referirse a ella.
Durante años, Carlos y su niñera estuvieron estrechamente unidos. Sin embargo, a los ocho años lo enviaron al internado Cheam, lo que le habría destrozado el corazón. "Carlos estaba hundido y le escribía a Mispy todos los días. Solía llorar cuando le enviaba cartas y le ponía 'te extraño'. Y es que Mabel, ciertamente, fue uno de los pilares de Carlos cuando él era un chaval joven y sensible. Aunque Anderson representa algo diferente a lo que significa Camilla o su madre en su vida. Aun así, fue una persona clave en sus años de formación. Siempre ha estado para él", mencionó la escritora del libro My Husband and I: The Inside Story of 70 Years of the Royal Marriage, en 2019, a Express.
Por supuesto, en su adolescencia Carlos dejó de demandar los cuidados de su niñera. No obstante, jamás se olvidó de ella. Incluso cuando Mabel se jubiló, él se aseguró que tuviera una vida plena y que su decorador personal, quien trabaja en palacio, decorara su propia casa. Asimismo, se rumorea que Carlos alguna vez la invitó a un crucero, en el que pudo conocer de mejor forma a Camilla, quien hoy la invitaría a palacio con asiduidad. Aunque, hasta hace pocos meses, Anderson no iba a visitar precisamente a la duquesa de Cornualles, sino a Su Majestad.
De acuerdo con periódicos como el Daily Mirror, el año pasado, cuando la royal tuvo un problema de salud, fue Mabel quien estuvo a su lado y le tendió la mano. "La reina la llama de vez en cuando, Mabel va a Buckingham y ven televisión juntas. Son muy cuquis", dijo entonces una fuente cercana. A pesar de ello, tras la muerte de la monarca, Mabel Anderson no se ha manifestado, no ha aparecido en público y ningún tabloide ha corroborado su actual estado de salud que, como comentan algunos usuarios de Twitter, podría ser delicado debido a su avanzada edad.
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