Viajé a Corea del Norte en septiembre del año pasado para estudiar el lugar que ocupa el ocio en su sociedad. Asistí al principal festival de cine de Pyongyang, y visité una pizzeria, un parque acuático y un pub, así como otros destinos en la capital y sus alrededores. La palabra "ocio" tiene connotaciones de libertad, laxitud, la suspensión de los deberes propios. Pero, ¿existe alguna traza de este tipo de libertad para las personas que viven en Corea del Norte, bajo un régimen que exige lealtad absoluta a la nación?