En el corazón de la batalla entre los separatistas prorrusos y las fuerzas leales a Kiev, Donetsk ha vivido al ritmo de las explosiones durante las últimas semanas. Los habitantes de la ciudad nos cuentan cómo el miedo se ha convertidoen parte de sus vidas. “En la televisión rusa siempre están hablando de una tragedia humanitaria, pero aquí nadie pasa hambre. El verdadero problema es la seguridad”, dice Andri, un joven camarero. “Hasta primeros de agosto, el centro de la ciudad era bastante tranquilo pero ya no quedan lugares seguros"