Y es que Lyft, su mayor rival (quien ha llegado a aliarse con otras empresas similares en contra de Uber), ha recibido esta semana una impresionante inyección de capital gracias a la compra, por parte del príncipe Alwaleed bin Talal, dueño del Kingdom Holding de Arabia Saudí, del 2,3% de la empresa. En concreto, Bin Talal ha desembolsado nada menos que 247,7 millones de dólares por dicha participación.