En Tailandia comenzó un toque de queda decretado por el ejército, tras anunciar que las fuerzas armadas tomaron el control del país y suspendieron la constitución. El general Prayuth Chan-ocha, comandante del ejército, también prohibió las concentraciones políticas y suspendió la programación normal de televisión. Mientras tanto, figuras clave de la política tailandesa fueron detenidas. El ejército señaló que necesita restaurar el orden y adoptar reformas políticas.