Robotyne (oblast de Zaporiyia) y Urozhaine (oblast de Donetsk) están separadas por cien kilómetros, pero tienen algo en común: ambas poblaciones fueron recuperadas por Ucrania durante la pasada contraofensiva de verano, en lo que parecía el principio de algo que no llegó a suceder jamás. La importancia de ambos enclaves residía en su ubicación: ambas se situaban por detrás de la primera línea de defensa rusa, la llamada “Línea Surovikin” de trincheras, campos minados y dientes de dragón. Por un lado, obviamente, es una mala noticia para Ucrania

Según el Institute for the Study of War, se trataría de tropas deslavazadas, unos 10.000 hombres con pocas armas de acompañamiento, cuyo único fin sería agotar las defensas ucranianas abriendo un nuevo frente.

Los analistas de DeepState informan de que los rusos han acumulado hasta 10.000 soldados y 450 piezas de equipo militar en la zona comprendida entre Raihorodka y Novovodiane, a unos 20 km de la localidad de Borova, en la provincia de Járkov. Fuente: DeepState en Telegram Cita de DeepState: "El enemigo ha preparado un puño de ataque para atacar Borova. En la zona de Raihorodka a Novovodiane, los rusos han acumulado hasta 10.000 efectivos y unas 450 armas, incluidos 200 sistemas de artillería.