Un año antes de la revuelta de Maidan, la UE propuso en Ucrania un pacto de asociación comercial con la UE. Pero quería la exclusividad. Si Ucrania lo firmaba, tenía que decir que no a la unión eurasiática que proponía Rusia. Rusia y Ucrania respondieron: teniendo en cuenta que nuestra población es medio rusa, que más de la mitad de nuestro comercio es con Rusia, proponemos un acuerdo a tres bandas, Ucrania, UE y Rusia. La respuesta de la UE fue: “O con nosotros, o nada”. Y el gobierno ucraniano dijo, ya nos gustaría, pero nada.