Renfe está dispuesta plantarle cara a SNCF en Francia, tras el portazo que dio la renfe francesa rompiendo unilateralmente el acuerdo que tenían ambas compañías para la explotación conjunta de las líneas de alta velocidad Barcelona-Lyon-París y Madrid-Marsella. La empresa pública española ya ha pedido los correspondientes permisos para hacer llegar sus trenes AVE hasta Marsella cuando venza el acuerdo el próximo 12 de diciembre y explotar en solitario esa línea. Pero la respuesta del operador ferroviario español va mucho más allá...

Una situación que se está volviendo habitual en #OUIGO

La operadora francesa SNCF empezará a operar el trayecto entre Barcelona y París en solitario a partir del 11 de diciembre. Ofrecía el servicio conjuntamente con Renfe desde 2013, a través de Renfe-SNCF en Cooperación, pero a mediados de febrero comunicó a la homóloga española la decisión unilateral de no renovar la relación societaria, que expira el 10 de diciembre.

El Tribunal declaró culpable a la SNCF al considerar que no cumplió con su misión en el mantenimiento de la red ferroviaria en Brétigny. Los jueces consideraron que hubo una "negligencia" en la supervisión regular del estado de la vía en un punto en que se había detectado una fisura desde 2008 y sobre la que se hizo un mal seguimiento. El tribunal absolvió a los otros dos inculpados en este proceso, un antiguo responsable de la SNCF que había hecho la última ronda de vigilancia de ese tramo de la vía, y el gestor de vías SNCF Réseau.

SNCF asegura que la ruptura de la alianza con Renfe para operar los rutas ferroviarias entre ambos países, denominada Elipsos, se ha debido a las complicaciones económicas. Altos directivos de la corporación gala que opera en España bajo la marca Ouigo advierten de que el consorcio venía perdiendo 10 millones de euros cada año, por lo que los número rojos se han elevado hasta los 100 millones de euros en una década, de los que cada compañía ha tenido que asumir 50 millones de euros cada una.