El tratamiento continuo es privado, y el seguro escolar solo lo cubre durante 2 años. Los centros públicos están saturados. "No queremos dinero ni indemnizaciones, sólo que nuestros hijos puedan continuar el tratamiento. Más dinero se va a gastar si no se curan, y se convierten en enfermas crónicas que no puedan aportar nada a la sociedad. Si se curan, serán trabajadores normales. Si no, estarán ingresadas día sí y día no." "Parar el tratamiento es como firmar un contrato para morirte -dice Nadia-. Sin un tratamiento, tu cabeza puede contigo."