Coches con más de treinta años, autoescalas rotas que no se reponen, uniformes parcheados de hace tres lustros y parques que parecen “cochineras”. Bomberos de capitales como Málaga y Toledo, y compañeros de Cádiz provincia, Extremadura, Asturias y Galicia trabajan en unas condiciones que podrían poner en riesgo su propia vida y la de los ciudadanos. En la provincia de Sevilla, hay 16 parques dotados con un solo voluntario sin ningún tipo de formación