El camarero del bar del trabajo dice que votó a VOX. Le he pedido un café descafeinado, con leche sin lactosa, caliente pero que no queme y un poco de leche fría, con edulcorante, que no sea sacarina, mejor con panela y en un vaso de cristal. Y de propina un mañana no vuelvo. La revolución también está en los cafés.