Un juzgado asturiano ha dado la razón a un hombre que quería que se reconociera su paternidad respecto a una niña que había tenido con su expareja mediante técnicas de inseminación artificial, con semen de un donante, y que la mujer había inscrito como solo suya, al considerar que fue “un proyecto común”. El Juzgado de Primera Instancia Número 7 de Gijón admite así la demanda presentada por el hombre –defendido por la abogada de familia Marta Tamargo–, el cual reclamaba que la niña fuera inscrita en el Registro Civil como hija de ambos.