El proceso está más que contado en los medios de comunicación internacionales pero, lamentablemente, conviene recordarlo cada poco. Esta crisis comenzó por culpa de un colapso financiero mundial provocado por personas, con nombre y apellidos, que jugaron en el límite mismo del precipicio con el dinero de otros y que mientras obtuvieron beneficios se aseguraron unas retribuciones estratosféricas e inmorales. Antes, ese mismo colectivo forzó leyes liberalizadoras para evitar que los estados pudieran fiscalizar sus actuaciones e impuso una...