Lo explico. Todos nosotros somos distintos, pensamos distinto, somos individualidades únicas, singularidades maravillosas, pero cuando sentimos presión social nos agrupamos. En grupo nos sentimos más protegidos, soportamos mejor el dolor. Desde el grupo pensamos con más eficacia porque reafirmamos nuestras ideas acomodándolas a las ideas que nos llegan de los demás, nos defendemos mejor frente a agresiones externas, nos sentimos más fuertes. Pero si el grupo crece y la presión aumenta, empezamos a perder aquello que nos hace únicos.