Representantes políticos respaldan la ampliación del Prat a la par que lamentan el cambio climático o apelan a la ciencia. Según las voces expertas, esta es una nueva forma de negacionismo cuyo discurso da forma al llamado capitalismo verde. Por muy «verde» que se venda el funcionamiento de un aeropuerto, este «implica, sobre todo, aviones». Y emisiones de gases de efecto invernadero. Solo en 2018, las emisiones de la aviación representaron el 5,9% de todo el calentamiento global producido por el ser humano.