Miguel Ángel Rodríguez, alias «MAR», es ese personaje sórdido más conocido por su larga etapa de lamedor de suelos por los que reptaba el muy prescindible y nunca añorado José María Aznar. Sí, aquel indigente mental y belicista que llegó a ser presidente y que sólo será recordado como integrante activo del trío de los asesinos y por hartarse de mentir, entre otras mierdas al uso, propias del Partido Popular.

Cuentan que Isabel Díaz Trumpita pilló el móvil desde Galicia y marcó el número de Alberto. Hizo una pausa dramática y le susurró: «Por ahí no, eso es una barbaridad». Y colgó. Dicho y hecho. Al ratillo, Feijóo rompía el diálogo con el PSOE sobre la renovación del del CGPJ cuando se daba por hecho que iban a llegar a algún apaño. Los populares acataron la orden de Ayuso a través de este comunicado:(...)

No le den ustedes más vueltas, el discurso antipolítico de Ayuso es un calco del de Franco. Ayuso habla de "boicot" y acusa a los sanitarios y a todos los que acudieron a la masiva manifestación de ayer de "hacer activismo político contra mí". Este discurso para paletos sigue funcionando porque explota otro reduccionismo y punto clave de un conocido manual de la propaganda: el principio de la simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo; individualizar al adversario en un único enemigo.