El velo islámico ha irrumpido, una vez más, en la campaña electoral francesa. Y, por una vez, la carrera no parece ser sobre quién promete más mano dura o intransigencia, sino qué candidato es capaz de comprender mejor los matices de un debate que lleva años dividiendo a Francia. La segunda vuelta de los comicios presidenciales se va a celebrar este domingo entre dos candidatos que en los últimos años han mantenido un discurso duro respecto al integrismo islámico y una prenda, el hiyab, que muchos en Francia ven como un símbolo de radicalizació