“Rockeros: el que no esté colocado, que se coloque”, jaleaba en los ochenta el alcalde madrileño Enrique Tierno Galván. Los ochenta eran los tiempos en que desde la izquierda se pedía, por ejemplo, frente a la postura liberal de no intervención, la regularización de la prostitución. Regularización que, vista con la perspectiva del tiempo, en Holanda ha sido un verdadero fracaso: sólo un 4% de las prostitutas se han acogido a dicho sistema mientras la clientela sigue buscando a la profesional no regularizada y las mafias campando a sus anchas,