Kim Yong-jin, de 63 años y responsable del área de educación, fue interrogado por una supuesta falta de respeto y posteriormente ejecutado por un pelotón de fusilamiento. "Al ejecutar al viceprimer ministro, que ostentaba una gran autoridad en el régimen desde la era de Kim Jong-il (el padre del actual líder, fallecido en 2011), Kim Jong-un busca mantener a raya a los funcionarios que llevan mucho tiempo en las altas esferas políticas", explicó el analista político surcoreano Shim Jae-hoon.