Bruselas, 9:45 de la mañana, el comisario económico Paolo ha terminado su tercer café mientras espera la visita de la vicepresidenta Nadiacon el dossier “Espagna” sobre la mesa. Lleva muchos días sin dormir. Un joven tosió durante el breve trayecto en un ascensor días atrás y espera con impaciencia el resultado de la PCR. —Comisario, doña Nadia está aquí. —irrumpe un asistente. —Hágala pasar, por favor. Nadia no pasa por su mejor momento, derrotada en concurso para presidir el Eurogrupo y con los indicadores económicos en caída libre, realiz