En la Región Autónoma de Yamalo-Nenets, al norte de Rusia, se un agujero de casi 80 metros de ancho en plena Siberia, Rusia, cuya formación trajo todo tipo de teorías apocalípticas: desde extraterrestres, meteoritos y hasta pruebas de armamentos. Se observó desde un avión a unos 30 km de la localidad de Bovanenkovo, en la península de Yamal, que en el idioma nativo significa ‘fin del mundo’.