Pero la clave definitiva está en otra frase de la mujer maltratada -como mínimo, periodísticamente- que El País señala como contradictoria y que a mí me parece de una evidencia cegadora: "ha habido maltrato, pero no violencia de género". O sea, que hay violencia física, pero absolución política; o violencia política que tapa la física. En realidad, la mujer de López Aguilar ha explicado perfectamente el sentido último de la Ley López Aguilar: la "violencia de género" se ha creado para manipular, no combatir, el maltrato a la mujer